martes, 12 de febrero de 2013

La Revolución Francesa: Parte 1


Fue uno de los procesos más influyentes en la sociedad occidental de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Durante los 10 años que duró se produjo el despertar de la sociedad a un sistema de relaciones entre el pueblo y sus dirigentes. Fue una transformacn radical del sistema de poder, no solo en Francia sino en toda Europa, suprimiéndose el dominio absoluto ejercido por la monarquía y se redactaron las constituciones liberales que proclamaron la separación de poderes para proteger los derechos del ciudadano. Este gran cambio potico y social dio origen a un nuevo régimen.
Francia instauró el primer gimen monárquico constitucional con la total separacn de poderes: el Ejecutivo lo ostentaba un rey hereditario con poderes recortados; el Ejecutivo lo ostentaba un rey hereditario con poderes muy recortados, el Legislativo, con gran capacidad de actuacn, estaba en poder de una asamblea y el poder Judicial quedaba independiente. A partir de la implantación en Francia de la república como nuevo sistema de gobierno, el Ejecutivo pa a ejercerlo una Comisión de gobierno, el legislativo estuvo representado por una o dos cámaras y el judicial contin siendo independiente de los otros dos poderes.
Durante la Revolucn fueron eliminados los privilegios del clero y la nobleza, se otorgaron derechos políticos a la poblacn en general y la burguesía se impuso a la anterior aristocracia. La soberanía paso del monarca a la nacn. En Francia el Antiguo Régimen había dado paso al Nuevo gimen.

1. FUNDAMENTOS TEÓRICOS SOBRE LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN

El espíritu revolucionario no surgió solo en Francia, antes ya había ocurrido una en Norteamérica, antes las trece colonias norteamericanas se convirtieron en los Estados Unidos de América por el tratado de paz de parís de 1783 donde Inglaterra reconoció su independencia.
Estos movimientos contribuyeron a crear en las conciencias ilustradas un creciente deseo de cambios sociales, poticos y económicos que pudieran mejorar la vida de los franceses.
Los conflictos revolucionarios estuvieron ocasionados por intrigas políticas premeditadas. El grupo más relevante estaba dirigido por Luis Felipe, duque de Orleans y primo de Luis XVI. Aristócratas, políticos y burgueses de renombre se fueron uniendo desde 1779 contra el sistema de monarquía absoluta. Tenían mucha influencia en Francia y querían instaurar una monarquía liberal parecida a la de Inglaterra, comenzado a organizar la sublevación de las masas.
Estos testimonios documentados, pronto fueron negados y ocultados y muchos de los participantes en los acontecimientos, basaron las causas del estallido revolucionario a la injusticia social protagonizada por un grupo de privilegiados que oprimían a la poblacn. Otra teoría es la esgrimida desde tendencias marxistas que se centra, sobre todo, en los problemas económicos como causa fundamental del estallido revolucionario, que al final se concretó en la lucha de clases.
Para otros especialistas, la economía no fue más que una mera situación de base material para explicar la realidad social. Un enfrentamiento de individuos y grupos y no solo una lucha de clases. Hay muchas revisiones historiográficas para resolver el problema sobre las causas y consecuencias de la revolucn francesa, sin embargo, para conveniencia de los gobiernos de la República francesa desde finales del siglo XIX,     el verdadero protagonista de la Revolucn ha sido el pueblo francés que se sublevó contra la tiranía del rey tomando e incendiando la prisn de la Bastilla para manifestar su rechazo a los opresores monárquicos que impedían a la poblacn evolucionar hacia la libertad, igualdad y fraternidad. No hay dudad de que existieron numerosos factores ideológicos, económicos,     políticos y sociales      que desencadenaron el estallido revolucionario. El problema es cuantificar y resolver cuál de ellos fue el más influyente.

2. CONTEXTO

Durante los últimos años del reinado de Luis XVI, Francia sufría una gran crisis económica. La mayoría de los franceses pertenecía al estado llano o Tercer Estado, compuesto por el común de los vecinos de un pueblo, excepto eclesiásticos, nobles y militares. Francia era la nacn más poderosa de Europa, sin embargo, su poblacn se encontraba cada vez estaba más descontenta a causa de un cúmulo de factores como malas cosechas, la actuacn de especuladores sin escrúpulos o la sangría económica por participar en la guerra de independencia americana.
La burguesía iba en aumento pero continuaba privada de los derechos políticos para hacerse con el poder y los privilegios que ostentaban el primer y el segundo estamentos. El creciente acceso a los movimientos filosóficos y literarios fue provocando ambicn política. El movimiento de la Ilustración, caracterizado por la confianza extrema en la capacidad de la razón natural fue el más influyente de todos destacando Voltaire, con su crítica a las instituciones, Rousseau que predicaba la doctrina de la soberanía nacional y Montesquieu, defensor de la separacn de poderes, publicándose estas ideas y difundiéndose. También influyeron en el cambio de mentalidad política las normas de convivencia y administracn del nuevo Estado republicano de Norteamérica que despertaron las conciencias burguesas, a como la revolucn industrial que se estaba desarrollando en Inglaterra, que era una Monarquía Constitucional y que estaba suponiendo el ascenso económico para la poblacn inglesa.

3. CRISIS ECONÓMICA Y MOVILIZACIÓN POLÍTICA.

1787 se reunieron en Versalles una Asamblea de Notables, eran los representantes del Primer y Segundo Estado para dar su aprobacn a nuevas medidas fiscales que fueron rechazadas. Luis XVI decidió subir los impuestos y reformar la Hacienda para salir de la crisis financiera protestando los estamentos privilegiados y uniéndose para luchar contra el absolutismo. El malestar también aumentó en el Tercer Estado porque las medidas elevaban su carga fiscal. La constante subida de los precios de los alimentos y las malas cosechas provocaron una crisis de subsistencia que en la primavera de 1789 se transformaron en disturbios y motines.
La política de prestigio internacional adoptada durante todo el siglo XVIII agra el déficit público. Las reformas económicas habían fracasado y la descontenta, enfrentados al absolutismo monárquico, exigieron a Luis XVI la convocatoria de los Estados Generales del Reino. Costumbre que se había establecido en Francia a comienzos del siglo XIV de reunir con carácter extraordinario una Asamblea donde los representantes de los tres órdenes deliberaban por separado y se reunían para aprobar las medidas fiscales.
Ante la urgente necesidad de fondos, el parlamento de París para evitar el hundimiento económico impuso a Luis XVI la condicn de que para aprobar cualquier futura reforma debía convocar los Estados Generales y el 5 de mayo de 1789 se reunieron en Versalles representantes del clero, nobleza y pueblo llano. Por toda Francia circulaban numerosos cuadernos de quejas y plicas donde se manifestaban las reivindicaciones del pueblo llano. El primer y segundo estamento aprovecharon también este sistema de protesta para exteriorizar su rechazo al absolutismo real.
Los representantes del tercer estado, decididos a rechazar el debate por estamentos, se proclamaron comunes, según el modelo británico y solicitaron el aumento de sus delegados y la primacía del voto individual. En Paris, las insurrecciones, algaradas y tumultos se multiplicaron. El 16 de junio de 1789, ante la intransigencia del monarca y por el enfrentamiento ocurrido entre los representantes del primer y del segundo estamento, los delegados del Tercer Estado, único representante del pueblo, se constituyeron en Asamblea Nacional e iniciaron los debates para la reforma fiscal. Sus miembros, con algunos representantes del bajo clero, se juramentaron para dar al pueblo una Constitucn que fuera capaz de solucionar los problemas económicos, jurídicos, políticos y sociales que afectaban a la poblacn. Luis XVI no tuvo más opcn que claudicar e invitar al clero y a la nobleza a unirse a la Asamblea del Tercer Estado.

4. LA DESINTEGRACIÓN DEL ANTIGUO RÉGIMEN Y LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE.

La Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente el 9 de julio de 1789 con el fin de redactar una Constitucn en la que el pueblo llano tuviera las mismas prerrogativas que las de la nobleza y el clero. El rey, temiendo una revuelta popular, concent tropas en Versalles, lo que dio lugar a las protestas de la poblacn. La revolucn comen dando fin al antiguo gimen.
En París se fue caldeando el ambiente, finalmente el 14 de julio fueron asaltadas las armerías militares con el fin de distribuir las armas entre la poblacn y la multitud exaltada se dirigió hacia La Bastilla, que representaba la opresn del absolutismo real y se produjo la quema de la torre y una gran cantidad de muertos y heridos. El asalto de La Bastilla se conmemora en Francia como el principal triunfo de la democracia.
La Asamblea Constituyente abolió en agosto los derechos del clero y la nobleza. Los derechos feudales habían quedado abolidos y la igualdad fiscal aprobada tras establecer la igualdad civil de todos los franceses. El 26 de agosto quedo sancionada la Declaracn de derechos del hombre y del ciudadano que proclamaba los principios fundamentales de libertad, igualdad y fraternidad. En ese momento se produjo la verdadera revolución jurídica al sustituirse el concepto de absolutismo real por el de soberanía nacional. Comenzaba el Nuevo gimen.
El comité permanente se transformó en la Comuna de París, sistema de gobierno revolucionario que comenzó a regir la ciudad hasta 1794. Organizó una milicia urbana, la Guardia Nacional. El ejemplo parisino se extendió por toda Francia y rápidamente los revolucionarios se fueron haciendo con los ayuntamientos. Se organizaron milicias armadas para reprimir a los que protestaban por el cambio de gobierno.
El rey, presionado por la Iglesia y por los privilegiados, se negó a firmar las decisiones tomadas por la Asamblea. No obstante, a finales del verano tuvo que sancionar los decretos cediendo a las exigencias de la Asamblea Constituyente.
Con la multiplicacn de los disturbios por toda Francia, se produjo la huida masiva de la nobleza y de los grandes terratenientes que contemplaban atemorizados cómo las instituciones tradicionales se iban aboliendo. Desde julio se había impuesto el Gran Miedo en todo el territorio. Los campesino soliviantados se dirigían a los castillos y residencias señoriales y muchas de ellas fueron quemadas y sus dueños ahorcados.
La Asamblea Constituyente elabo la Constitucn Civil del Clero, que suprimió las antiguas instituciones como los cabildos catedralicios y reestructuró las dcesis y parroquias. Se otorgaron derechos civiles a todos los religiosos para permitirles abandonar sus cargos y convertirse en ciudadanos.
Con esta nueva ley, Francia consiguió la desamortización y nacionalizacn de los bienes de la Iglesia que dependía del Estado. Los obispos y sacerdotes se convirtieron en funcionarios públicos. Los bienes eclesiásticos fueron vendidos y la burguesía se hizo con gran parte del patrimonio eclesiástico.
En 1791 se aprobó la ley Chapelier que decretó la abolición del feudalismo, instauró la libertad de empresa y prohibió las asociaciones y corporaciones gremiales. Fueron suprimidos los monopolios y los gremios y quedó regulada la actividad industrial por la ley de la oferta y la demanda.
El Papa Pío VI manifestó su rechazo a las medidas que estaba implantado Francia e Luis XVI a evitar sancionar la Constitucn. El rey comenzó a solicitar ayuda a las monarquías europeas para hacer fracasar la Revolucn. Impulsado por el miedo y ante la tardanza de la ayuda, huyó con su familia del palacio de la Tullerias siendo descubiertos y obligados a regresar y quedando arrestados. Esta huida precipitó los acontecimientos y ocasionó la consolidacn de la conciencia republicana entre los revolucionarios.
El mundo revolucionario lo constituían varios grupos poticos. El club de los cordeleros era un grupo extremista del pueblo liderado por Danton y Marat que deseaba la igualdad social y exia la supresn del gimen monárquico por la República. Estos republicanos junto a los jacobinos, revolucionarios exaltados, incitaron a la poblacn parisina para que se unieran a sus reivindicaciones. Una gran multitud exigió que se suprimiese la Monarquía y se instaurase la República, entonces la Asamblea ordenó su disolucn a las fuerzas del orden que cargaron contra el pueblo. La Matanza del Campo de Marte aumentó la divisn entre los moderados monárquicos y los revolucionarios demócratas. Los grupos de los revolucionarios moderados fueron los girondinos y los cistercienses. Los primeros eran pequeños burgueses defensores de la monarquía constitucional y los cistercienses eran monárquicos liberales. Ambos procedían del club de los jacobinos pero se separaron por ser contrarios a la República.

5. LA CONSTITUCIÓN DE 1791 Y LA ASAMBLEA LEGISLATIVA.

El 3 de septiembre de 1791 se procla la primera Constitucn francesa y jurada por Luis XVI, que fue repuesto en sus atribuciones.
La constitucn garantizaba la libertad económica al abolir los monopolios, los privilegios y los gremios e instauró el principio de libre iniciativa en la creacn de empresas y en las relaciones laborales. También se reformó el sistema fiscal al crearse el impuesto directo, denominado contribución. Desaparecieron las antiguas provincias y se sustituyeron por 83 departamentos, gobernadas por un Procurador general y un Consejo elegido por los ciudadanos activos de cada departamento.
El gimen de Monarquía constitucional y la divisn de poderes quedaron establecidos en diecisiete artículos. El ejecutivo lo ostentaba un rey con poderes recortados, como representante hereditario de la soberanía nacional. El poder judicial debía ser independiente y el legislativo quedaba depositado en una Asamblea Nacional Legislativa. Esta nueva cámara estaba constituida por diputados que iban a ser renovados cada dos años y elegidos por los ciudadanos activos entre los ciudadanos elegibles. La vida política se polarizó entre los grupos asamblearios que trataban de imponer sus ideas. En el exterior, los círculos de emigrantes y los gobiernos europeos alentaban  a la contra - revolución
El pueblo francés seguía sufriendo las subidas de precios y las represiones contra las insurrecciones llevadas a cabo por la Guardia Nacional. Los monarcas europeos decidieron unir sus fuerzas y en agosto de 1791 Austria y Prusia firmaron la declaracn de Pilnitz, donde alentaban a los demás gobiernos del continente a combatir a la Francia revolucionaria. En abril de 1792,    Austria y Prusia formaron la Primera Coalicn e invadieron Francia con sus tropas. El ejército francés fue derrotado debido a su inferior preparación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario