martes, 12 de febrero de 2013

Estabilización y desarrollo de los grandes estados nacionales


A mediados de siglo se inició en algunos países un proceso de reformas que transformarían los sistemas de gobierno. Las instituciones representativas se convertirían en norma y el liberalismo triunfaría en los principales estados europeos. La crisis económica de finales de la década de 1840 fue seguida por unas décadas de expansn que trajeron prosperidad y progreso. Los cambios fueron especialmente visibles en Inglaterra.
Las décadas centrales del siglo vieron el triunfo del nacionalismo y la ausencia de guerras generalizadas permitió a los grandes Estados emprender reformas políticas, económicas, sociales y culturales, alejando a el fantasma de la revolucn y el caos social.

1. LA FRANCIA DEL II IMPERIO

Luis Napoleón Bonaparte aprovechó las tensiones que acompañaron la II República para difundir el mensaje que solo concentrando el poder en su mano y restaurando el Imperio podría Francia mirar con esperanza el futuro.
Las fricciones entre el Ejecutivo y el Legislativo en 1851 y el temor del posible resurgir del republicanismo en las elecciones hicieron actuar a Luis Napoleón. La noche del 1 al 2 de diciembre de 1851 los líderes de los partidos fueron arrestados y la Cámara ocupada por las tropas. Anunció la disolucn de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, restauró el sufragio universal y anunció una nueva Constitucn republicana que sometería a plebiscito. La restauración del Imperio fue avalada en plebiscito por una aplastante mayoría. Los intentos de resistencia fueron duramente controlados. El 2 de diciembre de 1852, Luis Napoleón asumió el titulo imperial con el nombre de Napoleón III.
Sin embargo, gran parte de las instituciones del nuevo Imperio se habían puesto en marcha antes. La constitución de enero de 1852 puso los cimientos del nuevo régimen, limitando el poder Legislativo y convirtiendo a Luis Napoleón, expresamente citado, en una figura muy parecida a la de un antiguo monarca. Exceptuando el respeto al principio de sufragio universal, los restantes elementos del sistema político supusieron una vuelta a la situación anterior a 1848. Lo más llamativo del nuevo sistema es el establecimiento de un Presidente de la República, en el que se concentran todos los poderes y que es responsable ante el pueblo francés. El emperador no volvería a recurrir a los plebiscitos hasta 1870. Esta fórmula política, que quería conciliar los logros de 1789 y el orden social, uniendo a todos los franceses en torno a un Estado fuerte que asegurase el desarrollo económico y la grandeza de Francia, ha sido calificada de cesarismo democrático.
El nuevo gimen se sustentaba en una administración centralizada, compuesta por funcionarios leales al Emperador. Los prefectos de los departamentos vieron ampliados sus poderes. Controlaban la prensa y ningún periódico podía publicarse sin la autorizacn del gobierno. El ejército se vio favorecido con aumentos de sueldo y compartió la gloria del Imperio, lo que reforzó su simpatía por el nuevo régimen. Napoleón III contribuyó a aumentar la riqueza y la influencia la iglesia en el terreno educativo. Durante la década de 1850 el Imperio gozó de aceptación popular. Fueron años de estabilidad económica que aseguraron la paz social y el apoyo de los grupos burgueses. Financieros y banqueros colaboraron en las grandes obras. El centro de París se transformó y se disparó la construcción de ferrocarriles, que contribuyeron a la consolidacn de un mercado más amplio para los productos franceses.
Con el final de la década de 1850 empezaron a manifestarse los primeros signos de la debilidad del gimen. No era fácil gobernar conciliando los intereses de los diferentes grupos. La posicn antiaustriaca y el apoyo al nacionalismo italiano le granjearon la enemistad de los católicos. La firma de un tratado de libre comercio con Gran Bretaña provocó el descontento de los medios de negocios proteccionistas. Necesitado de respaldo, en 1859 decretó una amnistía para los proscritos del 51 y adoptó una postura de mayor tolerancia hacia la prensa. En 1860 el legislativo recibió el derecho a responder al discurso de la Corona. La Cámara y el Senado obtuvieron un mayor control sobre los presupuestos. Estas medidas indignaron a los bonapartistas. En las elecciones de 1863 los candidatos no oficiales, muy divididos, sumaron 2 millones de votos. Tras las elecciones fue cobrando fuerza en la oposición moderada un grupo que presionaba desde la Asamblea reclamando la restauracn de las libertades individuales y parlamentarias. La respuesta imperial fue una serie de leyes aprobadas entre 1867 y 1869 por las que se concedieron el derecho de interpelación y se restableció casi totalmente la libertad de reunn y la de prensa.
La política exterior dio pocas alegrías al Emperador en esta segunda parte de su reinado, extendió la influencia francesa en ultramar (Argelia, Senegal, Camboya) e inauguró el canal de Suez pero el desastre de la aventura mexicana most las limitaciones de su ambiciosa potica. El fusilamiento del archiduque Maximiliano, abandonado en la ciudad de México, fue un duro golpe para el prestigio de Napoleón III.
Las elecciones de 1869 mostraron que había un grupo de ciudadanos cada vez más numerosos favorable a las reformas liberalizadoras. Su debilidad empujó al Emperador a continuar por la senda reformista. El cuerpo legislativo recibió el derecho de iniciativa y poco después, un republicano moderado, Emile Ollivier, era encargado de formar un gobierno que sería responsable ante el legislativo. Era la culminacn de una serie de reformas          que modificaban la Constitucn de 1852. El plebiscito convocado en 1870 para ratificar las reformas fue un nuevo triunfo del emperador, a pesar de la oposición republicana.
Apenas cinco meses después del triunfo en el plebiscito, el régimen cayó como consecuencia de la derrota militar en la guerra franco-prusiana. Tras la debacle de Sen, el 2 de septiembre de 1870, nada obstaculizaba el avance de las tropas alemanas hacia París. El gobierno convoal cuerpo legislativo, cuyas deliberaciones fueron interrumpidas por grupos de obreros que reclamaban la destitucn del Emperador. Encabezados por diputados republicanos, la multitud se dirigió al Ayuntamiento, donde se proclamó la República. Se constituyó un Gobierno de Defensa Nacional. Fracasados los intentos de conseguir ayuda en el extranjero y derrotado el ejército del Loira, el gobierno provisional francés firmó un armisticio en enero de 1871, en el que se acordó la celebracn de elecciones para que la Asamblea resultante ratificase el tratado de paz. Triunfaron los realistas partidarios de una paz rápida. Adolphe Thiers fue nombrado jefe del ejecutivo de la República y firmó el tratado de Francfort que ponía fin a la guerra. Las condiciones de paz irritaron a la izquierda republicana.
La decisn de instalar la Asamblea en Versalles            y de enviar al ejército a un París, claramente republicano, provocó una insurreccn popular. Los parisinos eligieron un consejo que proclamó la Comuna de París. Esta asamblea decretó la separación Iglesia- Estado, intentó organizar una enseñanza laica y tomo medidas para mejorar la vida de los trabajadores. Desde el principio se manifestaron divisiones entre los communards siendo los más extremistas los que se hicieron con la situacn en medio de grandes tensiones. El segundo sitio de París radicalizó más a la comuna y estalló la guerra civil. En la conocida como la semana sangrienta, del 21 al 28 de mayo de 1871, el ejército reconquisto la capital. La firmeza de Thiers en la represn a la comuna convenció de que una república controlada por él mismo podía ser sinónimo de orden y sustituir al Imperio derrotado.

3. LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA HASTA EL FINAL DE LA GUERRA CIVIL.

Los EE.UU. estaban cambiando con gran rapidez. Las elecciones de 1828 supusieron un importante cambio en el sistema. Hasta ese momento el interés popular por la política habíasido limitado. Andrew Jackson aprovechó el malestar ocasionado por las anteriores elecciones y movilizó en torno suyo a una gran coalición de agraviados. Fue la primera gran batalla electoral moderna americana. La decisn estaba en manos de los hombres blancos mayores de edad y se usaron todos los medios conocidos para mover a las masas, desarrollando una organizacn que se convertiría en el esqueleto del Partido Demócrata. La elección de Jackson se presentó como un triunfo del pueblo soberano. En las cadas de 1820 y 1830 se consoli el Partido Demócrata y se organizó de un partido de oposicn llamado Whig.
Los demócratas se presentaban como defensores de estados fuertes y un gobierno federal débil. Los whigs reunían a todos aquellos que se oponían a la democracia jacksoniana, querían eliminar el veto presidencial y limitar el ejercicio de la presidencia a un solo mandato. Triunfaron en las elecciones de 1840 que supusieron la culminacn del proceso que había llevado al país a convencerse que era posible hacer una revolucn dentro de la legalidad cada cuatro años. El porcentaje de participacn en estas elecciones se sit en torno al 80%.
Los dos partidos sabían que la esclavitud era un asunto que tenían que abordar con carácter de urgencia, pero que les ocasionaría problemas internos vinculados a las diferencias regionales y procuraron evitar hasta que este problema podía poner en peligro la Unn. La línea Mason-Dixon de la época colonial representaba una frontera cultural entre estados del norte y del sur, ambos en proceso de expansn hacia el oeste. La mayoría de la poblacn estaba formada por agricultores, pero el clima de los estados del sur, el enorme auge del algodón y la mano de obra esclava había determinado el éxito de la plantacn al sur de la línea. Con la Revolucn y el triunfo de las ideas de libertad comen a manifestarse la discrepancia entre teoría y práctica. Los estados del norte no tuvieron problemas para abolir la institución, pero no ocurrió lo mismo en el sur. El problema para estos estados era la repercusn que tendría en la mano de obra, el porcentaje que en su zona representaba la población esclava y las dificultadas que ocasionaría su asimilación. Los movimientos abolicionistas se fueron generalizando y contribuyeron a movilizar y agrupar fuerzas que se oponían a una posible expansn del modelo sureño.
El destino manifiesto, que justificaba la expansn de los EE.UU. había llevado las fronteras hasta el Pacífico. El modo de afrontar los nuevos estados el tema de la esclavitud colo en primer término del debate político el conflictivo asunto que los partidos intentaban evitar. Los aspectos morales eran menos importantes que sus implicaciones políticas. El norte, gracias a las oleadas migratorias procedentes de Europa, superaba al sur en poblacn dominando la cámara baja. Sin embargo, la representacn por estados mantenía el equilibrio en el Senado. El compromiso de Misuri (1820) o el Compromiso de 1850 consiguieron salvar la situación en diferentes momentos, pero solo aplazaron el problema de la     existencia de dos modelos irreconciliables.
En 1854, una coalición de whigs, demócratas disidentes y seguidores de diversos grupos migratorios constituyeron el Partido Republicano. Era un partido no nacional, cuya fuerza radicaba en los estados del norte, defensor de tarifas aduaneras, reparto de tierras entre los colonos del oeste y se oponía a la extensión a aquellos territorios de la esclavitud. La victoria, en 1860 del candidato republicano Abraham Lincoln, supuso un duro golpe para el sur. Algunos de los candidatos sudistas habían anunciado que no permanecerían en la Unn si triunfaba un Presidente solo respaldado por el norte. Carolina del Sur seguida poco después por otros seis estados algodoneros, llevaron adelante la amenaza. La victoria republicana de 1860 suponía un giro radical en el poder político. El rápido crecimiento demográfico y económico del norte     imposibilitaba el equilibrio en el gobierno federal. Lincoln había asegurado que no pensaba interferir en la organizacn del sur, era evidente que a la larga el freno a la expansión del modelo esclavista llevaría a su abolicn. Los secesionistas respaldaban su decisn en la historia de la propia Unn, formada por estados que se habían asociado voluntariamente y que conservaban el derecho a recuperar su independencia cuando lo creyeran oportuno. Estos estados sureños se unieron en una Confederacn eligiendo como presidente a Jefferson Davis.
Cuando el 4 de marzo de 1861, Lincoln ocupó el cargo intentó buscar una solución de compromiso para mantener la Unn pero el incidente en el Fort Sumter precipitó los acontecimientos. La guerra civil americana, que duraría 4 años, fue en gran medida una guerra ideológica. También había implicaciones económicas.
Aunque el norte contaba con una aplastante superioridad numérica y económica, los estados del sur supieron sacar partido al hecho de combatir en su territorio y a la defensiva. Finalmente, las difíciles relaciones entre el gobierno confederado y unos estados celosos de sus derechos, los enfrentamientos entre el presidente Davis y otros miembros de su gobierno, los graves problemas derivados de la financiacn de la guerra y el fracaso a la hora de forzar una intervención europea a su favor, pasaron factura a los confederados. La victoria solo podía decantarse del lado de la unn y el 9 de abril del 68, en Appomattox, el general Lee se rindió ante el general Grant. Lincoln moría pocos días después en Washington asesinado por un fanático confederado. La Unn se había salvado y la esclavitud había sido abolida. Quedaba la reconstruccn del sur y los términos de su reincorporacn y cuál sería la posicn en la sociedad de los antiguos esclavos.

4. LA EUROPA POSTREVOLUCIONARIA EN SUS RELACIONES INTERNACIONALES: LA GUERRA DE CRIMEA Y SU SIGNIFICADO.

Tras el estallido del 48 el movimiento de las nacionalidades paso por un periodo de tregua y la atencn de las grandes potencias se vio atraída por la cuestn de Oriente. A mediados de siglo el derrumbe del Imperio otomano estaba cada vez más cerca lo que afectaba a los intereses de las potencias. Los deseos rusos de mantener una salida marítima habían fracasado con la firma de la Convencn de los Estrechos en la que acordaron el cierre del Bósforo y los Dardanelos a buques de guerra en tiempo de paz. La gran beneficiada, Gran Bretaña, seguiría manteniendo su hegemonía en el Mediterráneo. Rusia sabía que tenía que contar con Londres en cualquier proyecto que implicase un reparto del Imperio otomano. Los británicos desconfiaban de las intenciones rusas porque Moscú se estaba convirtiendo en un peligroso rival.
La chispa que hizo saltar el polvorín turco fue la situación y los derechos de los monjes católicos y ortodoxos en los Santos Lugares. Napoleón III intentó reforzar la posicn de Francia apoyando a los monjes católicos y el sultán cedió a sus presiones y concedió ciertos privilegios a los católicos. Nicolás II, protector de los ortodoxos envió un nuevo embajador a Constantinopla para presionar al sultán, quien restauró los privilegios de los ortodoxos. Con los rusos amenazando con intervenir en los principados turcos de Moldavia y Valaquia, Constantinopla se convirtió en el centro de una intensa actividad diplomática, que no tardó en ser apoyada por las flotas de Francia y Gran Bretaña que se movieron hasta la entrada de los estrechos. El zar que no acababa de creer las amenazas franco-británicas y que confiaba en la neutralidad de Austria y Prusia, en julio del 53 ocupó los principados turcos. Poco desps, Turquía decla la guerra a Rusia y sus tropas cruzaron el Danubio para entrar en los principados controlados por los rusos. Prusia se desmarcó del problema y los austriacos intentaron seguir negociando pero británicos y franceses ordenaron a sus barcos dirigirse a Constantinopla. Era el fin del acuerdo de los Estrechos y la ruptura del equilibrio en la zona. Rusia venció a la flota turca en Sinope y en 1854 tras la firma de una alianza con Turquía, Londres y París declararon la guerra a Rusia.
Los rusos presionados, se retiraron de los principados que fueron ocupados por los austriacos. Ni Londres ni París querían abandonar la zona sin una victoria que reforzase su posición en las negociaciones de paz. Esta fue la razón de la expedición a Crimea, donde turcos, franceses y británicos intentaan apoderarse de la base naval rusa de Sebastopol. La guerra fue larga y difícil. El sitio de Sebastopol se convirt en una operación de desgaste y, finalmente pocos meses desps, las tropas rusas abandonaban la base tras hundir sus barcos y volar sus polvorines. En febrero de 1856 se reun el Congreso de París, que colmó las ansias de protagonismo de Napoleón III y un balón de oxígeno para el Imperio Otomano. Rusia dio la espalda a Europa. Gran Bretaña y Francia aseguraron su posición en el mar Negro y Austria consiguió un Danubio libre de la influencia rusa.

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