martes, 12 de febrero de 2013

Estabilización y desarrollo del Estado Liberal: Parte 2


1. EL DESBORDAMIENTO LIBERAL EN LAS SUCESIVAS OLEADAS REVOLUCIONARIAS Y EL SURGIMIENTO DE NUEVAS NACIONES

1.1 Las revoluciones de 1820 y 1830.

El nuevo ciclo revolucionario. Hubo muchos descontentos tras la paz posnapoleónica y frente a las políticas reaccionarias de la Santa Alianza:     entre    ellos     los nacionalistas, demócratas y algunos liberales. Existían numerosas sociedades secretas de carácter muy diverso, tanto revolucionarias como ultraconservadoras. El programa más general de los carbonarios pedía el sufragio general e instituciones representativas, en otro nivel pedían la democracia y la república y en el círculo más elevado, pretendían una direccn común de todos los movimientos europeos y se cono el credo secreto, el comunismo de Babeuf.
Desde 1815 hubo en Europa una epidemia de conspiraciones” y entre los gobernantes de la Restauración surgió un miedo extremo a que se reavivara la hoguera de la revolucn. A la amenaza revolucionaria española se sumó el progresivo triunfo en Francia de la izquierda.
Grecia estaba bajo el dominio otomano desde siglos atrás. En 1821 se levantaron contra los turcos, influidos seguramente por la burguesía comercial culta que iba surgiendo, la sociedad secreta nacionalista que se había formado y el propio patriarca griego de Constantinopla. En 1822 la Asamblea nacional proclamó la independencia y estableció una Constitucn como la española de 1812.
A partir de ese año y hasta 1827, la colaboracn egipcia con los otomanos fue importante para que los griegos fueran derrotados. El tratado de Londres de ese año, significó la intervencn europea a favor de Grecia que consiguió derrotar a la flota egipcia, y en ese año llegó la derrota turca de Navarino. Sin embargo, la invasión de la zona por Rusia y Francia, llevó a los ingleses a iniciar negociaciones con el Imperio Otomano para evitar la caída de Constantinopla en manos rusas. En 1829 se firmó el Tratado de Adrianópolis por el que se reconocía la autonomía de Grecia, Serbia y los principados rumanos de Valaquia y Moldavia. Finalmente, en 1830, Grecia obtuvo la independencia.
En los pequeños Estados Italianos, se produjeron levantamientos en los ducados de
Parma y Módena contra el poder temporal de los Papas y contra Austria. Pretendieron acabar con el poder absoluto para proceder a la unificacn. Pedían Constitucn y Mercado Único. En julio de 1820 se produjo la revolucn de Nápoles como eco fiel de la española, dirigida por los carbonarios. El rey de las Dos Sicilias, que prometió una Constitucn, dejó que los austriacos aplastasen la revolucn entre febrero y marzo de
1821, y que se mantuviesen tropas en el territorio. En esta última fecha, se produjo el alzamiento en el Piamonte que llevó a la abdicacn del Rey Víctor Manuel, siendo nombrado regente Carlos Alberto, miembro de su familia; juró la Constitucn española, pero pocos días después se volvió al viejo orden.
Fue ésta una preocupación especial de Metternich, que hacía vigilar a los revolucionarios de los distintos Estados. En Los Estados Pontificios se crearon las Provincias Unidas Italianas en 1831, pero no recibieron ayuda de Francia y fueron reprimidos por Austria. Los Estados Germánicos se reordenaron en la Confederacn Germánica que agrupaba a 39 Estados, heredera de la Confederacn del Rin. Fue iniciativa de Rusia y Austria para garantizar la seguridad en torno a un gobierno reaccionario. La única institucn conjunta era la Dieta, un congreso de delegados que tenía su sede en Fráncfort am Main. En varios estados se movilizaron los estudiantes y formaron sociedades secretas para pedir unidad nacional y Constitucn. Consiguieron las abdicaciones de los reyes de Brunswick, Sajonia, Hesse-Kassel y Hannover; pero Metternich consiguió detener el proceso con dura represn.
Prusia, presionada por Austria, se resistió también a la revolución, pero canali las aspiraciones liberales con el Zollverein o unn aduanera de los Estados del Norte de Alemania, que fue fundamental en el desarrollo industrial. Se llevó a cabo en 1834 entre Prusia, Sajonia, Baviera y otros catorce estados menores; quedó fuera Austria, que presidía la Dieta, renunciando a a su posición de jefe de la Confederación. Acabó siendo la base de la unidad nacional.
En Portugal también se produjo entre agosto y septiembre de 1820 una revolucn liberal, adoptándose las reglas electorales españolas para convocar Cortes Constituyentes; éstas se reunieron en 1821 y originaron la Constitucn de 1822, fiel trasunto de la gaditana. Se organi una monarquía constitucional bajo el rey Joao VI, con una Asamblea única. Pero en 1823 fue restablecido el absolutismo, como en España. En 1826 murió el rey, y su primogénito, Pedro IV, emperador del Brasil desde septiembre de 1822, fecha de la independencia, otorgó la Carta Constitucional y abdi la corona portuguesa en su hija Doña María de la Gloria. Introducía en ambos países, el modelo de Monarquía Constitucional de gobierno parlamentario, la moderación de la revolucn, además de la excepción de reconocer por única vez en un texto constitucional del XIX el Poder Moderador del Rey.
Esta carta fue suspendida por la vuelta de D. Miguel, hermano de D. Pedro, desde el exilio en 1828 a través de un golpe que restauró el absolutismo, comenzando así, como en España, una guerra civil que duró hasta 1834, entre los absolutistas seguidores de D. Miguel, y los liberales que apoyaron a María Gloria. En 1834 se restauró el liberalismo siguiendo el mismo proceso que en España: en 1836 se reto la Carta de 1826 para reformarla en sentido avanzado en 1838; pero en 1842 fue restaurada en su forma primera tras la revuelta de Costa Cabral, y ya duró hasta la proclamacn de la República en 1910.
Polonia había sido dividida en el nuevo mapa europeo de 1815 en tres partes, austriaca, prusiana y rusa, y desde entonces se fue gestando un sentimiento nacional que llevó a la revolución en noviembre de 1830, favorecida por la movilización del Ejército hacia Bélgica. Este movimiento revolucionario dio origen a un gobierno provisional, una Constitución y la anexión de Lituania. Pero no tuvo el apoyo europeo, fue reprimida por Austria y Prusia y en septiembre de 1831 anexionada por Rusia.
En Rusia, concretamente en San Petersburgo, también se sublevó el 17 de octubre de 1820 una compañía del regimiento de la guardia imperial. Alejandro, partidario de algunas reformas, acabó entregándose a la política de Metternich, y cuando desapareció en 1825, dejó a su hermano menor Nicolás como heredero, lo que produjo revueltas y manifestaciones a favor del mayor, Constantino. Nicolás, durante su reinado, se dedicó a evitar la propagacn de las ideas liberales, cerrando por completo las fronteras.
Los acontecimientos de 1830 en Francia se produjeron ya bajo el nuevo reinado de Carlos X que había suced a Luis XVIII en 1824. Desde 1826 en el ámbito económico se sumó una crisis de subsistencias por la incorporación a la revolución industrial. Las cuatro ordenanzas de julio de 1830 ocasionaron el levantamiento de Pas. Los diputados que estaban en París nombraron rey a Luis Felipe de Orleáns. Así se inició el nuevo reinado burgués.
La revolucn del 30 repercutió en lgica que aprovechó para separarse de la Holanda protestante, optando por caer bajo la influencia francesa. Se formó a un nuevo reino con las provincias de Flandes y Brabante. Los belgas pidieron en agosto, en Bruselas, independencia y Constitucn, y optaron por Leopoldo de Sajonia-Coburgo, como Rey constitucional.
En Inglaterra, entre 1780 y 1830 se fue desarrollando el proceso de concentracn en fábricas de algunas industrias. En esa época, en el resto del país, la industria siguió realizándose en pequeños talleres. La gran transformacn de la economía, de doméstica a fábricas de producción en serie, se produjo después de 1830; eso fue a tanto como por la eficiencia agrícola, como por la mejora de las comunicaciones, con caminos de peaje y canales, la disponibilidad de crédito y la movilidad de la mano de obra. La urbanizacn ocasionaba nuevas tensiones y la sociedad se polarizaba cada vez más por clases sociales. Fue el rápido crecimiento de las ciudades industriales, después de 1800 lo que originó el nacimiento de la clase obrera. Las aspiraciones de esta clase fueron articuladas por el denominado cartismo, organizado por las sociedades y sindicatos; pero todavía no era una clase obrera homogénea.
La Ley de Unión de 1800 fue más crucial en Gran Bretaña que la revolucn francesa o la ley de la Reforma de 1832, incorporando Irlanda al Reino Unido y por tanto colocando los problemas irlandeses en primer lugar del programa político británico, ya que los 100 miembros que representaban a la provincia en Westminster estaban decididos a ejercer influencia decisiva. El derecho al voto lo determinaba la posesión del dominio absoluto de 40 chelines, que en Irlanda pocos los poseían. Casi el 80% de la poblacn irlandesa era católica, pero los católicos no tuvieron derecho a ser candidatos hasta 1829, aunque sí electores. De las otras iglesias, la mayor era la presbiteriana en el Ulster. Existían asimismo diferencias económicas, frente al a cada vez más industrializada Inglaterra, Irlanda era predominantemente rural.
La Ley de reforma de 1832 signifi la adaptación del Reino Unido a las exigencias parlamentarias y a raíz de esta ley se pudieron aprobar muchas otras de carácter social, la abolicn de la esclavitud, la de Educacn, la reforma matrimonial, la supresión del diezmo y desde 1846 el fin del proteccionismo sobre los cereales y el triunfo del liberalismo. En 1847 se llegó a la ley de 10 horas por presión del cartismo.
En Suiza el ejemplo francés influyó para iniciar la reforma cantonal en sentido liberal.

2. DESDE LA RAZÓN AL ESPÍRITU: EL ROMANTICISMO

Rousseau fue el profeta del romanticismo. Luego, Kant, Fichte y Hegel profundizaron en la relación del espíritu humano y el universo. Con ellos se desecharon los sentidos como único medio del conocimiento, llegando a decir que el mundo exterior era un mero producto de nuestra imaginación, incluso la propia naturaleza sería una creacn del alma. Los románticos se excusan en Dios y el destino que los ha hecho así. En ese nuevo culto al espíritu descubrieron las ventajas de la Edad Media frente al Renacimiento, la ventaja de las catedrales y castillos. Entre 1810 y 1830 ejerció su máxima influencia el romanticismo: En Inglaterra, Wordsworth, Coleridge, Shelley, Byron, Keats fueron nombres lebres. Madame Stäel popularizó en Francia a los alemanes con su obra Alemania, y entre la María Estuardo de Schiller que llegó a Francia en 1820 y Hernani de Víctor Hugo que la revolucionó en 1830, el romanticismo también allí salió triunfante; se sumaron Lamartine y Alejandro Dumas, que con Hugo fueron los escritores más eminentes de la época; hay que añadir a Musset, Stendhal, Balzac y Sand como mínimo. En pintura, Delacroix y en música Chopin y Liszt que estaban en París, completan un panorama cultural apabullante, lo que no evitó la guerra entablada entre románticos” y clásicos; no en vano el romanticismo trastocaba todas las reglas.
Víctor Hugo sostuvo en 1830 en su obra Hernani, que el romanticismo era el liberalismo en literatura y que la libertad literaria era hija de la libertad potica. Sura así también la literatura nacional.
En Alemania, Goethe, que se convirtió en la figura más grande de la literatura alemana, finalmente denig el romanticismo. El romanticismo no siguió una misma corriente política. Abarcó desde Chateaubriand que fue católico y monárquico hasta Víctor Hugo que llegó a ser republicano y liberal, e incluso revolucionario. No en vano se trataba de seguir los sentidos y la intuición frente a la razón y las reglas establecidas, y hacerlo todo apasionadamente. Era llevar a todos los ámbitos la defensa de la libertad frente a la autoridad.
Surgió el concepto de arte democrático popular. Se acudió también a países exóticos, surgieron personajes orientales.
Finalmente, a como en música vivimos todavía de la época romántica: Beethoven, Haydn, Schumann, Schubert, Chopin, en pintura el romanticismo ha sido reemplazado sucesivamente por múltiples movimientos artísticos, como el naturalismo, el impresionismo o la abstraccn. Del mismo modo, el romanticismo fue el sustituto en la creacn literaria por el realismo y el naturalismo; y en el pensamiento por el positivismo.

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