lunes, 24 de junio de 2013

El siglo IV a.C.: la “crisis” de la polis y la lucha por la hegemonía

"…el siglo IV es una época de debilidades y problemas pero, sobre todo, de riqueza e innovaciones; innovaciones políticas como la paz general, las alianzas multilaterales o el avance del federalismo; innovaciones militares como los progresos de la infantería ligera o el evolucionado ejército beocio; innovaciones económicas con el desarrollo de la banca…, y por encima de cualquier otra consideración, una era de esplendor cultural. Se multiplican y proliferan las escuelas de filosofía y retórica"*
*(J. Pascual González, Grecia en el siglo IV a. C. Del imperialismo espartano a la muerte de Filipo de Macedonia, Madrid, Síntesis, 1997, p. 270)

1-      Introducción
1.1 Consideraciones generales
De 404 a 336 se produce la decadencia de la polis y pérdida de su independencia. De 404 a 360/50 se da una mediación persa y un sistema de hegemonías. De 360/50 a 336 comienza una progresiva imposición de Macedonia.
La polis no daba respuesta a una sociedad que salía de un Imperio y una guerra. La Liga Ática y la derivación imperialista producen una superación del esquema autárquico y un desarrollo de la esclavitud.
Tras el triunfo espartano se corta el expansionismo de las poleis democráticas y esclavistas. Durante la hegemonía espartana se intenta transformar sus estructuras, pero no se lleva a cabo. Se produce una crisis económica, social, política, religiosa y cultural.
Hoy en día los historiadores cuestionan las teorías clásicas acerca del siglo IV. Dicen que no fue un periodo continuado de crisis total de la polis, sino que se dio una complejidad de permanencias y evoluciones.
1.2 Las fuentes principales
o   Jenofonte (ca.430-ca.355), Helénicas: del 411 al 362, filolaconio.
o   Éforo de Cumas (ca.400-ca.335). Fragmentos. Defiende panhelenismo
o   Helénicas de Oxirrinco: Autor anónimo, narra 410-407 y 396-395. Es una descripción de Guerra de Corinto y de Confederación beocia (antes de la Paz del Rey).
o   Aristófanes (ca.445-386), retrata la Atenas de principios del IV.
o   Diodoro Sículo (s. I a. C.), Biblioteca histórica: relato completo del s. IV.
o   Plutarco (ca.46-ca.120 d. C.): Vitae de Lisandro, Agesilao, Artajerjes…
o   Filósofos: Platón y Aristóteles (AP " democracia ateniense del IV)
o   Arqueología, epigrafía y numismática

2-      El imperialismo espartano
Después de esto (la rendición de Atenas), Lisandro desembarcó en el Pireo, los exiliados regresaron y derribaron los muros al son de las flautas y con mucho entusiasmo, pensando que aquel día comenzaba la libertad para Grecia… (Jen., Hel. 2.2.23).
En Grecia sigue habiendo un imperialismo, pero en esta ocasión la protagonista no es Atenas. Esparta toma el relevo con un imperialismo más duro. Las diferentes poleis deben hacer una contribución anual para el mantenimiento de la flota y sus gobiernos deben ser regímenes políticos filolaconios (decarquías u oligarquías) además de tener guarniciones espartanas bajo el mando de Harmostes.
Con el predominio de Lisandro, Atenas vuelve a ser respetada y disputa el botín a Esparta. En 403 se producen disensiones en Esparta, imponiéndose Pausanias en Atenas y restaurándose la democracia en la polis. Esta restauración de la democracia contó con la oposición de Esparta y el apoyo persa a la ciudad laconia, lo que provocó la guerra de Corinto.
Con la muerte de Darío II en 404, le suceden Artajerjes II y Ciro el Joven, quienes cuentan con el apoyo espartano. Tras la batalla de Cunaxa, muere Ciro y Esparta se convierte en enemiga del nuevo rey. Persia impone un tributo en las poleis asiáticas, por lo que estas acuden a Esparta, quien les presta su ayuda. La diplomacia presa en Grecia favorece el ambiente antiespartano.
3-      La Guerra de Corinto y la mediación persa: la Paz del Rey (386)
La Guerra de Corinto (395 - 386) fue una disputa entre Fócide (con el apoyo de Esparta) y Lócride (con el apoyo de Beocia y Atenas). Tras la derrota de Esparta en Haliarto, se unen a la Lócride Corinto y Argos. Tras un consejo de aliados celebrado en Corinto, también se unen a estos Eubea, Acarnania, Ambracia y Calcidios, dejando como únicos enemigos a Esparta y la Fócide.
El territorio de Corinto fue el principal escenario de la guerra. Se produjo una recuperación naval ateniense y la unión de Esparta y Persia. Finalmente el conflicto terminó con la llamada Paz del Rey o Paz de Antálcidas.
"Artajerjes, el Gran Rey, considera justo que las ciudades de Asia Menor le pertenecen a él y, de las islas, Clazómenas y Chipre. En cuanto a las demás ciudades griegas, grandes y pequeñas, han de ser autónomas, con excepción de Lemnos, Imbros y Esciros, las cuales, como en tiempos antiguos, han de pertenecer a los atenienses. Pero a aquel que no acepte esta paz le haré la guerra, con los aliados, por tierra y por mar, con movilización de barcos y de dinero"    (Jen., Hél. 5.1.31.)
La Paz del Rey fue el punto culminante de la influencia persa en Grecia. Se decretó el abandono de las ciudades griegas de Asia (exceptuando Lemnos, Imbros y Esciros). También se ordenó la disolución de ligas y alianzas (la confederación beocia y las alianzas de Argos y Corinto).
Esparta se convirtió en protectora de la paz y tenía la hegemonía en la Grecia continental y en las islas. Esparta impuso sistemas oligárquicos en las poleis y combatió las alianzas entre estas. Sin embargo, no puede impedir la reorganización de la liga beocia y ática (tras 378), hecho que acelera el declive del imperialismo espartano.
Las poleis más importantes pasarán a ser Atenas, Beocia y Esparta hasta 371.

4-      Lucha por la hegemonía
4.1 La segunda Liga Ateniense
Tras la Paz del Rey, Atenas acoge a demócratas expulsados y crea alianzas bilaterales con Quíos, Tebas, Rodas, etc.
En 377 se pone en marcha el llamado Decreto de Aristóteles, que proponía una alianza defensiva contra Esparta abierta a todos salvo a las poleis sometidas por Persia.  Tenían garantías atenienses de respetar la libertad y la autonomía, sin guarniciones en territorio aliado ni phoros, ni magistrados atenienses y sin apropiación de tierras, ni individual ni por cleruquías.
La organización central estaba a cargo del synédrion (en Atenas). Atenas se convertía en polis hegemónica y tenía bajo su dirección al ejército.
Entre 378 y 371 se dan una serie de luchas con Esparta que terminan con la Paz del 371 (que no es firmada por Tebas).
4.2 La Confederación Beocia y su hegemonía
En los años 70 se refunda la Confederación Beocia. Del 447 al 386 se convierte en un estado federal con sistema oligárquico y Tebas (que fue aliada de Esparta en la guerra del Peloponeso) al frente.
Beocia acoge exiliados atenienses del régimen de los “30”, no participa en expediciones espartanas y se alía con Atenas, Argos y Corinto.
Con la Paz del Rey se disuelve el Estado federal beocio. En 382 se da la toma espartana de La Cadmea y se impone un régimen filolaconio. En 379, unos conjurados tebanos toman acrópolis y expulsan guarnición espartana, refundan el Estado Federal con un sistema democrático. Epaminondas y Pelópidas innovan las tácticas militares.
Tras 376, los beocios toman la iniciativa y en 371, Tebas sale de 2ª Liga. Ese mismo año se produce la batalla de Leuctra, entre Tebas y Esparta, que se salda con la derrota espartana y el fin de su hegemonía. Comienza el control tebano de la Grecia central con alianzas de Fócide, ambas Lócrides, Etolia, Acarnania y Eubea.
En 370 Epaminondas lleva la guerra al Peloponeso. Pretendía la independencia y la reconstrucción política de Mesenia.
Entre 371 y 362 se da la hegemonía de Tebas. Tiene relaciones con Persia. El rey Epaminondas invade el Peloponeso  tras la batalla de Mantinea (362). Tras la muerte de Epaminondas comienza el fin de la hegemonía tebana, que termina finalmente en 356 con Guerra Sagrada.
4.3 La Liga del Peloponeso
Como es acosada, tiene que recluirse en la Península del Peloponeso. Tras la batalla de Leuctra y la pérdida de Mantinea, comienza la hegemonía beocia, rival de la Liga Ática.

5-      La Guerra Social o de los Aliados
En 357 se produce la rebelión de Quíos, Rodas, Cos y Bizancio. La teoría clásica sobre el motivo de esta rebelión fue el intento ateniense de monopolizar la Segunda Liga. Sin embargo este argumento está hoy cuestionado ya que Atenas cumple con el decreto de Aristóteles y no adquirió bienes inmuebles en territorio aliado, no estableció cleruquías y no acrecentó sus poderes a expensas del synédrion.

En 355, con la amenaza de intervención persa, Atenas acepta la paz y reconoce la independencia de los aliados.

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