lunes, 19 de mayo de 2014

La crisis en Europa y el reajuste de la expansión durante la Baja Edad Media

La crisis de la Edad Medieval se constata en todo el Occidente medieval durante este periodo con distintas manifestaciones.
A la hora de explicar este fenómeno, hay distintas interpretaciones. Algunas son consideradas de carácter catastrofista y por otro lado hay otras que se poseen, según algunos historiadores, un carácter economicista.
Desde el punto de vista catastrofista, es en esta época cuando se presentan los 4 jinetes del Apocalipsis. Representan la guerra, el hambre y la muerte.
Desde el punto de vista económico. Tras la expansión de los años anteriores, en el XIV ha alcanzado su límite. Ha habido un crecimiento prolongado y esto ha llevado a que los distintos componentes de la historia deben reacomodarse para que la sociedad tenga un ritmo sostenible.
Hay aspectos comunes y de carácter general para toda Europa.
-         Dificultades generalizadas en las últimas décadas del siglo XIII y se extiende durante todo el siglo XIV, aunque con distinta profundidad.
-         Extensión de la peste por todos los territorios europeos.
-         Comienzo de recuperación desde las primeras décadas del siglo XV.
El desarrollo de la crisis es desigual, no se desarrolla de la misma manera en todos los territorios ni tiene la misma profundidad pues va en relación a la coyuntura económica y política del país.
Entre las zonas más afectadas se encuentra el noroeste de Europa, donde se había desarrollado el crecimiento de una manera más clara. Por ejemplo el norte de Francia o la zona de los Países Bajos.
Otros territorios con menor incidencia fueron Europa Central y Oriental, porque hasta entonces habían tenido un crecimiento mucho más limitado.

1.1 FACTORES DE CRISIS

1.1.1 Malas cosechas

A principios del siglo XIV los primos fenómenos que nos remiten a un periodo de crisis es un periodo de malas cosechas que provocan falta de alimentos y por tanto hambrunas. Algunos autores explican estas malas cosechas, y por tanto las dificultades agrarias del XIV, en relación con fuertes alteraciones climáticas producidas en la primera mitad del siglo. Alteraciones que se rastrean en la alimentación, en el descenso de las temperaturas, etc.; noticias sobre la mala calidad de las tierras que tienen que ver con una erosión producida por la progresiva deforestación; noticias sobre inundaciones marinas o inundaciones catastróficas como resultado del incremento de la pluviosidad.   Esto junto con las guerras (como hemos visto con anterioridad), producirá una crisis agraria. Esta crisis tendrá como consecuencia directa el hambre. A su vez, la aparición de la Peste Negra, hará disminuir a la mano de obra, descenderá la actividad artesanal, se abandonarán las tierras de cultivo, disminuirán las rentas señoriales, es decir, de los beneficios que los señores obtienen de sus campesinos que habitan en sus señoríos; descenderá la actividad comercial, faltarán alimentos, aumentarán los impuestos, subirán notablemente los precios...etc.

1.1.2 La guerra

Es un fenómeno endémico en Europa. Para la conciencia de muchas personas en la época, la guerra sería el origen de los principales problemas. Sin embargo, este es un planteamiento mediatizado, pues las guerras entonces no eran excesivamente mortíferas. Sí que producirán una desorganización del sistema agrario y de la sociedad rural, aunque por sí mismos no son suficientes para explicar la crisis. No obstante, los daños colaterales de la guerra, como los incendios o el saqueo de los campos generaban hambre y dificultades para suministrar los víveres.
En relación a esto, se están formando grandes ejércitos de mercenarios, muchos de ellos incontrolados que causan efectos negativos en el conjunto de la sociedad. Viven sobre el terreno y sobre la producción rural del campesinado... etc. Por lo tanto, no es sólo el conflicto en sí el que provoca la desorganización sino el mero hecho de la presencia de ejércitos.
La guerra va a ser el argumento a partir del cual los monarcas van a introducir nuevas figuras fiscales, nuevos mecanismos de recaudación. El desarrollo de la fiscalidad hace que ésta aumente para poder pagar a los mercenarios, lo cual repercute en los campesinos, provocando un endeudamiento progresivo, lo que nos lleva a un desarreglo en la sociedad campesina.
En Francia, este fenómeno se detecta al comienzo de la Guerra de los Cien Años.
La fiscalidad repercute en todos los grupos sociales. A la monarquía cada vez le resulta más difícil mantener los mismos niveles de recaudación y a los nobles les sucede lo mismo. Muchos de los ingresos son ordinarios basados en el patrimonio de las personas, pero éste disminuye progresivamente. Como consecuencia del incremento de los impuestos, es mayor el número de campesinos que deben abandonar sus explotaciones. Cada vez hay menos campesinos que pagan y cada vez más se acumulan grandes recaudaciones e impuestos sobre los pocos campesinos que aún quedan en sus explotaciones.

1.1.3 Saturación agraria

La explicación más directa de la influencia de la población en esta crisis es la que han dado los historiadores neomalthusianos. A mediados del siglo XIII, la población que ha crecido mucho durante las últimas décadas favorecida por la expansión de la superficie cultivada, aunque la producción no fuera suficiente. Esto en el XIV choca con la tendencia de los recursos, que no pueden crecer más, si no que por el contrario entran en una situación de rendimientos decrecientes   A finales del XIII esta expansión agraria haría absorbido ya las tierras de mayor calidad, y ahora estaríamos sobre tierras de mala calidad para el cultivo del cereal, lo que supone un descenso de la productividad de suelo y por tanto de la producción agraria.
Esto conduce a la explotación de tierras marginales. Disminuye por tanto el nivel de vida y en algún momento disminuirá también la población.
Sin embargo esta explicación es unilateral, porque la demografía recibe otras influencias y es síntoma y manifestación de otros fenómenos.
Coyuntura económica
La coyuntura económica se centra en dos tendencias fundamentales. En primer lugar, una tendencia  a que el valor de los productos disminuya. Hay movimientos de alzas y bajas relativamente frecuentes y violentas que desestabilizan a la sociedad.
Los precios tienden a bajar a lo largo de este periodo y paralelamente suben los precios industriales. La consecuencia es un perjuicio para el productor agrícola que vende más barato y tiene que comprar más caro. Esto afecta tanto al pequeño campesino como al gran propietario.

1.1.4 La peste negra

El fenómeno que más incidió en la demografía de la época fue la Peste Negra.
El bacilo de la peste se encontraba aislado en  la zona del Himalaya y fueron los ejércitos mongoles los que llegaron a esos territorios a mediados del siglo XIII. Desde allí se extiende por las llanuras de la estepa euro-asiática, favorecido por la rapidez de los desplazamientos mongoles. El origen de la peste se detecta en el año 1346, en el ejército de un príncipe mongol que asediaba la ciudad de Caffa. El fenómeno era contagioso y el príncipe tuvo que levantar el cerco, abandonando la ciudad y dejándola contaminada. Caffa tenía relaciones comerciales importantes con Occidente, especialmente con los territorios italianos, que se vieron tremendamente afectados. Por tanto, llega a Europa desde Asia siguiendo las rutas del activo comercio establecido por los mercaderes italianos.
La rápida expansión entre noviembre de 1437 y mediados de 1350 produjo que la epidemia recorriera prácticamente la totalidad del continente europeo.
Son las ratas domésticas quienes transmiten el bacilo a los seres humanos. Además, la falta de higiene y el hecho de que las personas vivieran en una situación de debilidad biológica contribuyeron a su expansión. Pero no afecta sólo a los pobres, pues la peste se difunde básicamente por tres métodos:
-Picadura de las pulgas, traídas por las ratas
-          Inhalación de las gotas de saliva que contienen el bacilo (peste pulmonar)
-         Contagio con una persona afectada
Esta forma de contagio y la incapacidad de combatir la enfermedad hicieron que las consecuencias demográficas fueran aterradoras aunque fueran bastante desiguales. Además, tuvo reincidencias en la segunda mitad del XIV y parte del XV.
En esta primera incidencia se calcula que falleció un cuarto de la población europea.
-         Los datos son precisos para las islas británicas durante la primera oleada de peste (1347-1350), que acabó con más de un 1/3 de la población.
-         El norte de Italia también se vio muy afectado
-         En los territorios del este la incidencia es mucho menos
Las oleadas sucesivas de peste tuvieron una incidencia menor porque por lo general, a medida que iban transcurriendo estas oleadas, había un mayor número de personas que quedaban inmunizadas. Incidía fundamentalmente en los nacidos desde el brote anterior.
Efectos de carácter económico derivados de la peste
-         Afectó menos a los grupos productivos más comunes, pues en ellos se requería una menor especialización y se podían reponer fácilmente.
-         En los oficios más especializados sí que se detectan vacíos y falta de empleados que cubrieran esos puestos, ya que murieron muchos trabajadores.
-         Afectaba a muchas personas durante un periodo de tiempo prolongado a causa de la cuarentena. Se les mantenía aislados para no extender la enfermedad por tanto quedaban sin ocupación durante un largo tiempo. Como consecuencia, las personas que padecían la cuarentena sufrían un fenómeno de exclusión social, pues se les atribuían connotaciones negativas.
Cuestiones sobre la natalidad y las migraciones
Tras la peste, para saber hasta qué punto incide la natalidad en las variaciones demográficas, es interesante calcular la tasa de reposición a falta de datos directos. Esto significa que habría que calcular qué número de hijos debería tener cada matrimonio para asegurar la sustitución de los padres y mantener el mismo nivel de población. En época medieval, los matrimonios eran el núcleo reproductivo fundamental, por tanto, tasa de reposición y funcionamiento de los matrimonios son factores demográficos relevantes. Para mantener el nivel de población sería necesario que cada matrimonio tuviera una media de 3'6 hijos. En esta época es necesario, como consecuencia de las mortandades, es decir, que los matrimonios duplicaran el número de hijos. 
Antes de la peste, la edad media para casarse era relativamente tardía, en torno a los 26 años. Después de la peste se adelanta bastante la edad del matrimonio. Por tanto, de alguna manera se amplía el periodo fértil de la pareja. Sin embargo, la realidad era distinta, pues la esperanza de vida también se ha reducido de una manera importante y al reducirse ésta, se compensa el fenómeno de que los matrimonios se contraigan antes. Desde ese punto de vista no se logra compensar ese incremento de la mortalidad, pero sí es cierto que estas medidas lo hacen menos grave. Además, este aumento de la nupcialidad contribuye a fomentar el estímulo procreador, que será el factor principal de la recuperación demográfica.
Los padres de las parejas ya consolidadas trataron de trasmitir un mayor número de bienes a sus hijas, incluso en algunas zonas contraer matrimonio era entendido como un deber cívico. También existió una vinculación al grupo más próximo, con prácticas endogámicas. Al cerrarse la sociedad, se mira con mayor recelo a los desconocidos aumentando la tensión sobre todo con judíos o musulmanes.
Por otro lado, se produjeron cambios en la ordenación del poblamiento, cuyo factor directo es el fenómeno de las migraciones, además de la peste y el hambre. Movimientos de la población que llevaron a la gente a regiones ricas y suelos fértiles, en detrimento de las pobres, señalando un importante traslado de individuos del entorno rural a las ciudades. Además, como consecuencia de un enfriamiento, un descenso de la temperatura media motivó este desplazamiento de gente de los territorios del norte, que bajaron buscando climas más suaves, apareciendo amplios espacios sin núcleos de habitación, despoblados.

1.2 EL COMERCIO

Todos estos problemas repercutirán de un modo notable en el comercio. La riqueza de los mercaderes decae también, fundamentalmente en la segunda mitad del XIV y primeras décadas del XV.
-         Una de las circunstancias que dificulta de manera importante el comercio fue la Guerra de los Cien Años.
-         También, debido a su vinculación con Oriente, tras la penetración de los turcos en los territorios de Bizancio y la interrupción de las rutas con el corazón de Asia, el comercio se debilita tremendamente.
-         La peste y el descenso de la población también lo mermaron.
Se pierde además el clima de optimismo que caracterizaba el momento anterior. Los mercaderes pierden influencia e incluso pierden confianza e independencia en relación a las autoridades. Por otro lado, hay algunos problemas monetarios importantes. El sistema monetario, antes de la peste negra, tenía un carácter trimetalico: Por un lado estaba el sistema del oro (el florín de Florencia y el ducado de Venecia), la plata (monedas denominadas “grossi”) y cobre (monedas sin valor propio). Para llenar el vacío que provocó la crisis se utilizaba el crédito, produciéndose quiebras importantes en estas Compañías, que cayeron en banca rota.
A las dificultades del crédito se le añade otro fenómeno importante: los problemas del Estado, el endeudamiento. Los niveles de gasto que habían adquirido eran muy altos para poder subvencionar a los ejércitos y a la guerra. Es en este momento cuando se empiezan a crearse los ejércitos profesionales. Por tanto, el Estado necesitaba cada vez más recursos, acudiendo a distintos sistemas para conseguir ingresos.
-         Secuestran bienes de muchos grupos marginales, como el caso de los judíos, complicado porque eran también los prestamistas.
-         Secuestran bienes de extranjeros, aunque afecta negativamente a los mercaderes.
-         Manipulación monetaria: el príncipe, cuando está endeudado, devalúa la moneda y así puede cubrir sus deudas. Esto es peligroso porque dificulta el comercio exterior. La persona que tiene unos determinados créditos ve como éstos también se devalúan, por tanto, se aleja a los mercaderes.
-         Se acude para paliar el déficit estatal a los préstamos públicos. El Estado ofrece títulos por un determinado valor, que pueden ser negociados por otras personas que los adquieren.

1.3 RECUPERACIÓN ECONÓMICA DE FINALES DE LA EDAD MEDIA

La recuperación económica presenta distintos planteamientos al igual que la crisis según los momentos, los territorios, etc.
-         Como tendencias generales, hay una cierta recuperación de la crisis demográfica. Esto se debe a varias cosas. Quizá, el aspecto más importante, es que las últimas manifestaciones importantes de la peste datan de finales del siglo XV. Esta menor repercusión puede ser porque de algún modo los organismos se han ido inmunizando después de recibir numerosas oleadas de peste.  A pesar de eso, se mantendrán algunas epidemias importantes (como la de tifus, la lepra, la sífilis,…) a consecuencia de la escasa higiene. Sin embargo, en líneas generales, a pesar de los últimos coletazos de la peste y de las epidemias, existe una menor mortalidad.
-         Por otra parte, la recuperación agraria se basará en el abandono de tierras marginales que servirán para regenerar las masas forestales y como pasto para una ganadería pujante, todo esto en el marco de las grandes explotaciones. Se incrementará la producción, pero esto no quita que existan épocas de escasez en determinados territorios. Este aumento de la producción se basará en la concentración de parcelas mejor organizadas y en el hecho de que los campesinos  pueden disponer de utensilios de mejor calidad, fabricados con metales.
-         Por otro lado, desaparecen las grandes guerras (termina la gran Guerra de los Cien Años), aunque continua la guerra civil en Inglaterra. Se suceden guerras en Italia y Alemania, pero el hecho de que la base de los ejércitos esté formada cada vez por más mercenarios, significa que los campesinos  quedan al margen de esas antiguas obligaciones militares y se dedican exclusivamente a sus actividades campesinas.
-         En cuanto a la población, además de que parece que retrocede la tasa de mortalidad, esto lo constatan documentos como el famoso catastro de Florencia (1427), lo que permite una recuperación de la población. Los matrimonios son cada vez más jóvenes y al disminuir la mortalidad tienen un período reproductivo más amplio. Parece que hacia el último cuarto del siglo XV se había llegado a alcanzar la media de hasta 4´5 hijos.
-         El crecimiento demográfico es muy desigual. En Castilla se produce en torno a 1420. En el caso de Cataluña o de la Provenza francesa esa recuperación no se produce hasta finales del siglo XV. En líneas generales, la recuperación es lenta, entre 1420 y finales del siglo XV. Este fenómeno tiene un auge importante en las décadas finales de este mismo siglo. Al llegar a 1500 en todos los territorios se ha producido un crecimiento relativamente importante, que aproximadamente es de unos 10.000.000.
-         El crecimiento de la población en esta época significaba un crecimiento de la urbanización, es decir, una mayor concentración de la población en las ciudades. A mayor tamaño de la ciudad  más posibilidades existen para que los talleres estén especializados, es necesario un mayor número de comerciantes, de transportistas de navegantes, es decir, la complejidad social aumenta, los sistemas que estructuran la vida urbana comienzan a ser más complejos para atender a las necesidades. Para finales del siglo XV la tasa baja sensiblemente, pues si bien la población urbana ha crecido más de un 10%, el ascenso experimentado por la demografía general ha sido muy superior.

1.3.1 El artesanado

En la segunda mitad del siglo XV, el artesanado conoce un desarrollo más favorecido. El progreso técnico contemplado en estos momentos  no es tanto porque se inventen nuevos elementos sino porque se generalizan elementos tales como los telares (conocidos desde mucho antes), tornos, molinillos para la seda… consiguiéndose un trabajo más regular, diversificándose el producto.
Por otro lado, se produce un incremento de las relaciones entre la ciudad y el campo. En las aldeas campesinas se había desarrollado siempre una actividad artesanal de tipo familiar y en las comarcas con materias primas adecuadas la producción iba orientada a algo más que el autoconsumo gracias al domestic system. Este incremento beneficiará a la artesanía porque en cuanto penetra en ese entorno de aldeas, va a disponer de una mano de obra en abundante que solo necesita ser formada, esta mano de obra será flexible y barata. Desde el momento que el campesino entra en contacto con esos elementos también los van a demandar. No obstante, no todo es positivo. Por ejemplo, comienzan a detectarse  ciertas tensiones entre los obreros urbanos y los campesinos, ya que ven que los campesinos les perjudican. Además, los artesanos disponen de una mano de obra más amplia a la que se le puede exigir que trabaje en peores condiciones. Los campesinos por su parte, ven como el desarrollo de este tipo de actividades les supone un beneficio importante frente a esa inestabilidad a la que está sometido el campesinado (climatológicas) como mecanismo para completar su economía. Se ha calculado que en Canterbury, un 15% de la población rural era mano de obra en la zona urbana.

1.3.2 Desarrollo de la minería

Por otra parte, hay un importante desarrollo minero en la segunda mitad del siglo XV, sobre todo en los territorios alemanes, más en concreto en las regiones de la cuenca del Rin y en la cuenca del Danubio. Desde el punto de vista de la minería, el primer metal importante es el hierro ya que seguramente era el más trabajado, pero sobre todo, porque el trabajo y la elaboración de artilugios de hierros repercutía en la forma de trabajar (más o menos eficaz) de algunas sectores productivos. El hecho de que se elaboren más instrumentos de hierro favorece a dichos sectores.
También tenía su importancia el cobre, tanto para la artillería como para los aparejos. Otro elemento importante en estos momentos es el alumbre, que se utilizaba sobre todo en los tejido (es un colorante empleado en la tintorería, este colorante no se encontraba en Occidente hasta que se encuentra en el patrimonio de San Pedro, en el yacimiento de Tolfa, por lo que no era necesario pedírselo a Oriente). El descubrimiento y la explotación de metales preciosos, seguramente sería lo primordial para las monarquías porque a partir de este momento, habrá más fluidez monetaria. Estas nuevas minas descubiertas en Bohemia y en Hungría reemplazarán las minas sobre-explotadas. Buscando oro comenzarán las expediciones por el norte de África y los monarcas buscarán mecanismos para poder mantener sus proyectos en activo. La monarquía establecerá el cambio entre los elementos de oro y la plata, se establecía la relación de que a 1 de oro correspondía 11´3 de plata, evitándose la especulación.  Estas grandes ciudades mercantiles que controlan la moneda, controlarán también el peso y la ley, haciendo una política clara utilizando los principales elementos que dominan. Los estados lograrán mantener los niveles de la moneda, por lo menos donde mejor funcionaban los sistemas económicos.
Lo mismo que sucedía en el ámbito del artesanado, en la minería se observan también mejores técnicas en el método de fundición y en el de purificación. Esto se observa en el trabajo de masas de metal más importantes, en la aplicación de sistemas de fuelles que permiten ráfagas de aire más continuadas en la fundición, la utilización del mercurio en la separación del oro y de la plata del resto de componentes. Como consecuencia se consigue incrementar de manera importante la producción sobre todo de plata, que se consigue sobre todo en Europa Central, Hungría, Sajonia, Bohemia, Suecia,… estas nuevas minas permiten quintuplicar la producción entre 1460 y 1530 aproximadamente. De alguna manera, al final de la Edad Media se consigue un equilibrio entre la necesitad de metales y su disponibilidad.
La fluidez del dinero conseguida en este momento favorece sobre todo al grupo de los mercaderes, que controlan la actividad productiva. Son los que mueven las materias primas, por tanto, están en la base del proceso de transformación y están también en el final del proceso, repartiendo o distribuyendo el producto de la actividad artesanal, beneficiándose del valor añadido. No controlarán totalmente el momento intermedio, la producción, estando este momento en disputa con los maestros artesanales.
Se cuestiona si existe ya en estos momentos un capitalismo, si se ha producido ya el paso de un sistema típicamente feudal hacia uno plenamente capitalista. En líneas generales parece aventurado hablar ya de un capitalismo claro, en todo caso es muy difícil establecer las fronteras que separan a un sistema de otro. Lo que es importante es que se están desarrollando algunos aspectos que ya están de acuerdo o coinciden con lo que luego entenderemos por capitalismo desarrollado. Muchos ámbitos del sector público se están interesando en imponer sus recursos, se aprecia un incremento de la desigualdad social en todos los sectores y un aumento de las riquezas en unas partes de la población. En algunas ciudades, como Venecia, los mercaderes consiguen que las expediciones comerciales, los navíos que van por algunas rutas, tengan el mismo reconocimiento que una expedición armada. Incluso, se lleguen a identificar el comercio con la ciudad. Confundiéndose los intereses.
Debemos preguntarnos cuales eran las bases del enriquecimiento de las grandes fortunas que se formarán a finales de la Edad Media. El sector del comercio es el principal sector, ya que en esta actividad se obtenía grandes beneficios. Es verdad que el transporte de los productos tenía un riesgo, pero estos riesgos iban disminuyendo. El alumbre parece que dejaba a los Médicis un 25% de ganancia. El cobre dejaba a los banqueros Fugges 1/3 de los beneficios. Todavía dejaba unos beneficios, quizás más seguros o por lo menos más fáciles, el préstamo del dinero, ya que la tasa de los intereses era bastante grande y sólo exigía un control y su recuperación. A partir del 20% la Iglesia solía crear problemas, la Iglesia siempre cuestionó la licitud moral de prestarse dinero con intereses, planteaba que se prestase dinero sin intereses puesto que se pecaba en usura.
El suelo, y sobre todo el suelo rústico, seguía siendo una inversión interesante, pero el nivel de producción o de enriquecimiento a partir de la compra y la explotación del suelo es bastante reducido.
El desempeño de cargos era también otra fuente de riquezas en esos momentos. Eran vendidos por la monarquía y esta sacaba recursos.

1.3.3 Nuevos descubrimientos

La actividad comercial tiene bastante que ver con el avance de los descubrimientos. Estos descubrimientos avanzan lentamente en los siglos XIV y XV. La apertura del Estrecho de Gibraltar favoreció la peste, pero también el descubrimiento de otros territorios. A principios del siglo XIV se descubre las Islas Canarias en el  1404 y posteriormente las Islas de Madeira. Se avanzará al cabo de Bojador, que supondrá una segunda fase dedicada a recorrer y controlar la costa africana hasta llegar al Cabo de Buena Esperanza. La tercera gran fase tiene alcance intercontinental, comenzando en 1492 con el primer viaje de Colón. Con las actividades de Vasco de Gama (1497-1498) y finalmente la vuelta al mundo de Magallanes (1519 y 1522). Este fenómeno de colonización se concentra principalmente en el Reino de Portugal y en la Corona de Castilla. Cuentan con el instrumento fundamental para estas conquistas, la carabela (1440), conocimientos de la astronomía y la cartografía, son entre otros las principales razones de la hegemonía de estos dos países. 

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