La crisis de la Edad Medieval se constata en todo el
Occidente medieval durante este periodo con distintas manifestaciones.
A la hora de explicar este fenómeno, hay distintas
interpretaciones. Algunas son consideradas de carácter catastrofista y por otro
lado hay otras que se poseen, según algunos historiadores, un carácter
economicista.
Desde el punto de vista catastrofista, es en esta
época cuando se presentan los 4 jinetes del Apocalipsis. Representan la guerra,
el hambre y la muerte.
Desde el punto de vista económico. Tras la expansión
de los años anteriores, en el XIV ha alcanzado su límite. Ha habido un
crecimiento prolongado y esto ha llevado a que los distintos componentes de la
historia deben reacomodarse para que la sociedad tenga un ritmo sostenible.
Hay aspectos comunes y de carácter general para toda Europa.
-
Dificultades generalizadas en las últimas
décadas del siglo XIII y se extiende durante todo el siglo XIV, aunque con
distinta profundidad.
-
Extensión de la peste por todos los territorios
europeos.
-
Comienzo de recuperación desde las primeras
décadas del siglo XV.
El desarrollo de la crisis es desigual, no se desarrolla de
la misma manera en todos los territorios ni tiene la misma profundidad pues va
en relación a la coyuntura económica y política del país.
Entre las zonas más afectadas se encuentra el noroeste de
Europa, donde se había desarrollado el crecimiento de una manera más clara. Por
ejemplo el norte de Francia o la zona de los Países Bajos.
Otros territorios con menor incidencia fueron Europa Central
y Oriental, porque hasta entonces habían tenido un crecimiento mucho más
limitado.
1.1 FACTORES DE CRISIS
1.1.1
Malas cosechas
A
principios del siglo XIV los primos fenómenos que nos remiten a un periodo de
crisis es un periodo de malas cosechas que provocan falta de alimentos y por
tanto hambrunas. Algunos autores explican estas malas cosechas, y por tanto las
dificultades agrarias del XIV, en relación con fuertes alteraciones climáticas
producidas en la primera mitad del siglo. Alteraciones que se rastrean en la
alimentación, en el descenso de las temperaturas, etc.; noticias sobre la mala
calidad de las tierras que tienen que ver con una erosión producida por la
progresiva deforestación; noticias sobre inundaciones marinas o inundaciones
catastróficas como resultado del incremento de la pluviosidad. Esto junto con las guerras (como hemos visto
con anterioridad), producirá una crisis agraria. Esta crisis tendrá como
consecuencia directa el hambre. A su vez, la aparición de la Peste Negra, hará
disminuir a la mano de obra, descenderá la actividad artesanal, se abandonarán
las tierras de cultivo, disminuirán las rentas señoriales, es decir, de los
beneficios que los señores obtienen de sus campesinos que habitan en sus
señoríos; descenderá la actividad comercial, faltarán alimentos, aumentarán los
impuestos, subirán notablemente los precios...etc.
1.1.2 La guerra
Es un fenómeno endémico en Europa. Para la conciencia de
muchas personas en la época, la guerra sería el origen de los principales
problemas. Sin embargo, este es un planteamiento mediatizado, pues las guerras
entonces no eran excesivamente mortíferas. Sí que producirán una
desorganización del sistema agrario y de la sociedad rural, aunque por sí
mismos no son suficientes para explicar la crisis. No obstante, los daños
colaterales de la guerra, como los incendios o el saqueo de los campos
generaban hambre y dificultades para suministrar los víveres.
En relación a esto, se están formando grandes ejércitos de
mercenarios, muchos de ellos incontrolados que causan efectos negativos en el
conjunto de la sociedad. Viven sobre el terreno y sobre la producción rural del
campesinado... etc. Por lo tanto, no es sólo el conflicto en sí el que provoca
la desorganización sino el mero hecho de la presencia de ejércitos.
La guerra va a ser el argumento a partir del cual los
monarcas van a introducir nuevas figuras fiscales, nuevos mecanismos de
recaudación. El desarrollo de la fiscalidad hace que ésta aumente para
poder pagar a los mercenarios, lo cual repercute en los campesinos, provocando
un endeudamiento progresivo, lo que nos lleva a un desarreglo en la sociedad
campesina.
En Francia, este fenómeno se detecta al comienzo de la
Guerra de los Cien Años.
La fiscalidad repercute en todos los grupos sociales. A la
monarquía cada vez le resulta más difícil mantener los mismos niveles de
recaudación y a los nobles les sucede lo mismo. Muchos de los ingresos son
ordinarios basados en el patrimonio de las personas, pero éste disminuye
progresivamente. Como consecuencia del incremento de los impuestos, es mayor el
número de campesinos que deben abandonar sus explotaciones. Cada vez hay menos
campesinos que pagan y cada vez más se acumulan grandes recaudaciones e
impuestos sobre los pocos campesinos que aún quedan en sus explotaciones.
1.1.3 Saturación agraria
La explicación más directa de la influencia de la población
en esta crisis es la que han dado los historiadores neomalthusianos. A mediados
del siglo XIII, la población que ha crecido mucho durante las últimas décadas
favorecida por la expansión de la superficie cultivada, aunque la producción no
fuera suficiente. Esto en el XIV choca con la tendencia de los recursos, que no
pueden crecer más, si no que por el contrario entran en una situación de
rendimientos decrecientes A finales del
XIII esta expansión agraria haría absorbido ya las tierras de mayor calidad, y
ahora estaríamos sobre tierras de mala calidad para el cultivo del cereal, lo
que supone un descenso de la productividad de suelo y por tanto de la
producción agraria.
Esto conduce a la explotación de tierras marginales.
Disminuye por tanto el nivel de vida y en algún momento disminuirá también la
población.
Sin embargo esta explicación es unilateral, porque la
demografía recibe otras influencias y es síntoma y manifestación de otros
fenómenos.
Coyuntura económica
La coyuntura económica se centra en dos tendencias fundamentales.
En primer lugar, una tendencia a que el
valor de los productos disminuya. Hay movimientos de alzas y bajas
relativamente frecuentes y violentas que desestabilizan a la sociedad.
Los precios tienden a bajar a lo largo de este periodo y
paralelamente suben los precios industriales. La consecuencia es un perjuicio
para el productor agrícola que vende más barato y tiene que comprar más caro.
Esto afecta tanto al pequeño campesino como al gran propietario.
1.1.4 La peste negra
El fenómeno que más incidió en la demografía de la época fue
la Peste Negra.
El bacilo de la peste se encontraba aislado en la zona del Himalaya y fueron los ejércitos
mongoles los que llegaron a esos territorios a mediados del siglo XIII. Desde
allí se extiende por las llanuras de la estepa euro-asiática, favorecido por la
rapidez de los desplazamientos mongoles. El origen de la peste se detecta en el
año 1346, en el ejército de un príncipe mongol que asediaba la ciudad de Caffa.
El fenómeno era contagioso y el príncipe tuvo que levantar el cerco,
abandonando la ciudad y dejándola contaminada. Caffa tenía relaciones
comerciales importantes con Occidente, especialmente con los territorios
italianos, que se vieron tremendamente afectados. Por tanto, llega a Europa
desde Asia siguiendo las rutas del activo comercio establecido por los
mercaderes italianos.
La rápida expansión entre noviembre de 1437 y mediados de
1350 produjo que la epidemia recorriera prácticamente la totalidad del
continente europeo.
Son las ratas domésticas quienes transmiten el bacilo a los
seres humanos. Además, la falta de higiene y el hecho de que las personas
vivieran en una situación de debilidad biológica contribuyeron a su expansión.
Pero no afecta sólo a los pobres, pues la peste se difunde básicamente por tres
métodos:
-Picadura de las
pulgas, traídas por las ratas
-
Inhalación de las gotas de saliva que contienen
el bacilo (peste pulmonar)
-
Contagio con una persona afectada
Esta forma de contagio y la incapacidad de combatir la
enfermedad hicieron que las consecuencias demográficas fueran aterradoras
aunque fueran bastante desiguales. Además, tuvo reincidencias en la segunda
mitad del XIV y parte del XV.
En esta primera incidencia se calcula que falleció un cuarto
de la población europea.
-
Los datos son precisos para las islas británicas
durante la primera oleada de peste (1347-1350), que acabó con más de un 1/3 de
la población.
-
El norte de Italia también se vio muy afectado
-
En los territorios del este la incidencia es
mucho menos
Las oleadas sucesivas de peste tuvieron una incidencia menor
porque por lo general, a medida que iban transcurriendo estas oleadas, había un
mayor número de personas que quedaban inmunizadas. Incidía fundamentalmente en
los nacidos desde el brote anterior.
Efectos de carácter económico derivados de la peste
-
Afectó menos a los grupos productivos más
comunes, pues en ellos se requería una menor especialización y se podían
reponer fácilmente.
-
En los oficios más especializados sí que se
detectan vacíos y falta de empleados que cubrieran esos puestos, ya que
murieron muchos trabajadores.
-
Afectaba a muchas personas durante un periodo de
tiempo prolongado a causa de la cuarentena. Se les mantenía aislados para no
extender la enfermedad por tanto quedaban sin ocupación durante un largo
tiempo. Como consecuencia, las personas que padecían la cuarentena sufrían un
fenómeno de exclusión social, pues se les atribuían connotaciones negativas.
Cuestiones sobre la natalidad y las migraciones
Tras la peste, para saber hasta qué punto incide la natalidad
en las variaciones demográficas, es interesante calcular la tasa de reposición
a falta de datos directos. Esto significa que habría que calcular qué número de
hijos debería tener cada matrimonio para asegurar la sustitución de los padres
y mantener el mismo nivel de población. En época medieval, los matrimonios eran
el núcleo reproductivo fundamental, por tanto, tasa de reposición y
funcionamiento de los matrimonios son factores demográficos relevantes. Para
mantener el nivel de población sería necesario que cada matrimonio tuviera una
media de 3'6 hijos. En esta época es necesario, como consecuencia de las
mortandades, es decir, que los matrimonios duplicaran el número de hijos.
Antes de la peste, la edad media para casarse era
relativamente tardía, en torno a los 26 años. Después de la peste se adelanta
bastante la edad del matrimonio. Por tanto, de alguna manera se amplía el
periodo fértil de la pareja. Sin embargo, la realidad era distinta, pues la
esperanza de vida también se ha reducido de una manera importante y al
reducirse ésta, se compensa el fenómeno de que los matrimonios se contraigan
antes. Desde ese punto de vista no se logra compensar ese incremento de la
mortalidad, pero sí es cierto que estas medidas lo hacen menos grave. Además,
este aumento de la nupcialidad contribuye a fomentar el estímulo procreador,
que será el factor principal de la recuperación demográfica.
Los padres de las parejas ya consolidadas trataron de
trasmitir un mayor número de bienes a sus hijas, incluso en algunas zonas
contraer matrimonio era entendido como un deber cívico. También existió una
vinculación al grupo más próximo, con prácticas endogámicas. Al cerrarse la sociedad,
se mira con mayor recelo a los desconocidos aumentando la tensión sobre todo
con judíos o musulmanes.
Por otro lado, se produjeron cambios en la ordenación del
poblamiento, cuyo factor directo es el fenómeno de las migraciones,
además de la peste y el hambre. Movimientos de la población que llevaron a la
gente a regiones ricas y suelos fértiles, en detrimento de las pobres,
señalando un importante traslado de individuos del entorno rural a las
ciudades. Además, como consecuencia de un enfriamiento, un descenso de la
temperatura media motivó este desplazamiento de gente de los territorios del
norte, que bajaron buscando climas más suaves, apareciendo amplios espacios sin
núcleos de habitación, despoblados.
1.2 EL COMERCIO
Todos estos problemas repercutirán de un modo notable en el
comercio. La riqueza de los mercaderes decae también, fundamentalmente en la
segunda mitad del XIV y primeras décadas del XV.
-
Una de las circunstancias que dificulta de
manera importante el comercio fue la Guerra de los Cien Años.
-
También, debido a su vinculación con Oriente,
tras la penetración de los turcos en los territorios de Bizancio y la
interrupción de las rutas con el corazón de Asia, el comercio se debilita
tremendamente.
-
La peste y el descenso de la población también
lo mermaron.
Se pierde además el clima de optimismo que caracterizaba el
momento anterior. Los mercaderes pierden influencia e incluso pierden confianza
e independencia en relación a las autoridades. Por otro lado, hay algunos
problemas monetarios importantes. El sistema monetario, antes de la peste
negra, tenía un carácter trimetalico: Por un lado estaba el sistema del oro (el
florín de Florencia y el ducado de Venecia), la plata (monedas denominadas
“grossi”) y cobre (monedas sin valor propio). Para llenar el vacío que provocó
la crisis se utilizaba el crédito, produciéndose quiebras importantes en
estas Compañías, que cayeron en banca rota.
A las dificultades del crédito se le añade otro fenómeno
importante: los problemas del Estado, el endeudamiento. Los niveles de gasto
que habían adquirido eran muy altos para poder subvencionar a los ejércitos y a
la guerra. Es en este momento cuando se empiezan a crearse los ejércitos
profesionales. Por tanto, el Estado necesitaba cada vez más recursos, acudiendo
a distintos sistemas para conseguir ingresos.
-
Secuestran bienes de muchos grupos marginales,
como el caso de los judíos, complicado porque eran también los prestamistas.
-
Secuestran bienes de extranjeros, aunque afecta
negativamente a los mercaderes.
-
Manipulación monetaria: el príncipe, cuando está
endeudado, devalúa la moneda y así puede cubrir sus deudas. Esto es peligroso
porque dificulta el comercio exterior. La persona que tiene unos determinados
créditos ve como éstos también se devalúan, por tanto, se aleja a los
mercaderes.
-
Se acude para paliar el déficit estatal a los
préstamos públicos. El Estado ofrece títulos por un determinado valor, que
pueden ser negociados por otras personas que los adquieren.
1.3
RECUPERACIÓN ECONÓMICA DE FINALES DE LA EDAD MEDIA
La
recuperación económica presenta distintos planteamientos al igual que la crisis
según los momentos, los territorios, etc.
-
Como tendencias generales, hay una cierta recuperación de la crisis
demográfica. Esto se debe a varias cosas. Quizá, el aspecto más importante, es
que las últimas manifestaciones importantes de la peste datan de finales del
siglo XV. Esta menor repercusión puede ser porque de algún modo los organismos
se han ido inmunizando después de recibir numerosas oleadas de peste. A pesar de eso, se mantendrán algunas
epidemias importantes (como la de tifus, la lepra, la sífilis,…) a consecuencia
de la escasa higiene. Sin embargo, en líneas generales, a pesar de los últimos
coletazos de la peste y de las epidemias, existe una menor mortalidad.
-
Por otra parte, la recuperación agraria se basará en el
abandono de tierras marginales que servirán para regenerar las masas forestales
y como pasto para una ganadería pujante, todo esto en el marco de las grandes
explotaciones. Se incrementará la producción, pero esto no quita que existan
épocas de escasez en determinados territorios. Este aumento de la producción se
basará en la concentración de parcelas mejor organizadas y en el hecho de que
los campesinos pueden disponer de
utensilios de mejor calidad, fabricados con metales.
-
Por otro lado, desaparecen las grandes guerras (termina la gran
Guerra de los Cien Años), aunque continua la guerra civil en Inglaterra. Se
suceden guerras en Italia y Alemania, pero el hecho de que la base de los ejércitos
esté formada cada vez por más mercenarios, significa que los campesinos quedan al margen de esas antiguas
obligaciones militares y se dedican exclusivamente a sus actividades
campesinas.
-
En cuanto a la población, además de que parece que retrocede la
tasa de mortalidad, esto lo constatan documentos como el famoso catastro de
Florencia (1427), lo que permite una recuperación de la población. Los
matrimonios son cada vez más jóvenes y al disminuir la mortalidad tienen un
período reproductivo más amplio. Parece que hacia el último cuarto del siglo XV
se había llegado a alcanzar la media de hasta 4´5 hijos.
-
El crecimiento demográfico es muy desigual. En Castilla se
produce en torno a 1420. En el caso de Cataluña o de la Provenza francesa esa
recuperación no se produce hasta finales del siglo XV. En líneas generales, la
recuperación es lenta, entre 1420 y finales del siglo XV. Este fenómeno tiene
un auge importante en las décadas finales de este mismo siglo. Al llegar a 1500
en todos los territorios se ha producido un crecimiento relativamente
importante, que aproximadamente es de unos 10.000.000.
-
El crecimiento de la población en esta época significaba un crecimiento
de la urbanización, es decir, una mayor concentración de la población en
las ciudades. A mayor tamaño de la ciudad
más posibilidades existen para que los talleres estén especializados, es
necesario un mayor número de comerciantes, de transportistas de navegantes, es
decir, la complejidad social aumenta, los sistemas que estructuran la vida urbana
comienzan a ser más complejos para atender a las necesidades. Para finales del
siglo XV la tasa baja sensiblemente, pues si bien la población urbana ha
crecido más de un 10%, el ascenso experimentado por la demografía general ha
sido muy superior.
1.3.1
El artesanado
En la
segunda mitad del siglo XV, el artesanado conoce un desarrollo más favorecido.
El progreso técnico contemplado en estos momentos no es tanto porque se inventen nuevos
elementos sino porque se generalizan elementos tales como los telares
(conocidos desde mucho antes), tornos, molinillos para la seda… consiguiéndose
un trabajo más regular, diversificándose el producto.
Por
otro lado, se produce un incremento de las relaciones entre la ciudad y el
campo. En las aldeas campesinas se había desarrollado siempre una actividad
artesanal de tipo familiar y en las comarcas con materias primas adecuadas la
producción iba orientada a algo más que el autoconsumo gracias al domestic
system. Este incremento beneficiará a la artesanía porque en cuanto penetra
en ese entorno de aldeas, va a disponer de una mano de obra en abundante que
solo necesita ser formada, esta mano de obra será flexible y barata. Desde el
momento que el campesino entra en contacto con esos elementos también los van a
demandar. No obstante, no todo es positivo. Por ejemplo, comienzan a
detectarse ciertas tensiones entre los
obreros urbanos y los campesinos, ya que ven que los campesinos les perjudican.
Además, los artesanos disponen de una mano de obra más amplia a la que se le
puede exigir que trabaje en peores condiciones. Los campesinos por su parte,
ven como el desarrollo de este tipo de actividades les supone un beneficio
importante frente a esa inestabilidad a la que está sometido el campesinado
(climatológicas) como mecanismo para completar su economía. Se ha calculado que
en Canterbury, un 15% de la población rural era mano de obra en la zona urbana.
1.3.2
Desarrollo de la minería
Por
otra parte, hay un importante desarrollo minero en la segunda mitad del siglo
XV, sobre todo en los territorios alemanes, más en concreto en las regiones de
la cuenca del Rin y en la cuenca del Danubio. Desde el punto de vista de la
minería, el primer metal importante es el hierro ya que seguramente era el más
trabajado, pero sobre todo, porque el trabajo y la elaboración de artilugios de
hierros repercutía en la forma de trabajar (más o menos eficaz) de algunas
sectores productivos. El hecho de que se elaboren más instrumentos de hierro
favorece a dichos sectores.
También
tenía su importancia el cobre, tanto para la artillería como para los aparejos.
Otro elemento importante en estos momentos es el alumbre, que se utilizaba
sobre todo en los tejido (es un colorante empleado en la tintorería, este
colorante no se encontraba en Occidente hasta que se encuentra en el patrimonio
de San Pedro, en el yacimiento de Tolfa, por lo que no era necesario pedírselo
a Oriente). El descubrimiento y la explotación de metales preciosos,
seguramente sería lo primordial para las monarquías porque a partir de este
momento, habrá más fluidez monetaria. Estas nuevas minas descubiertas en
Bohemia y en Hungría reemplazarán las minas sobre-explotadas. Buscando oro
comenzarán las expediciones por el norte de África y los monarcas buscarán
mecanismos para poder mantener sus proyectos en activo. La monarquía
establecerá el cambio entre los elementos de oro y la plata, se establecía la
relación de que a 1 de oro correspondía 11´3 de plata, evitándose la
especulación. Estas grandes ciudades
mercantiles que controlan la moneda, controlarán también el peso y la ley,
haciendo una política clara utilizando los principales elementos que dominan.
Los estados lograrán mantener los niveles de la moneda, por lo menos donde
mejor funcionaban los sistemas económicos.
Lo
mismo que sucedía en el ámbito del artesanado, en la minería se observan
también mejores técnicas en el método de fundición y en el de purificación.
Esto se observa en el trabajo de masas de metal más importantes, en la
aplicación de sistemas de fuelles que permiten ráfagas de aire más continuadas
en la fundición, la utilización del mercurio en la separación del oro y de la
plata del resto de componentes. Como consecuencia se consigue incrementar de
manera importante la producción sobre todo de plata, que se consigue sobre todo
en Europa Central, Hungría, Sajonia, Bohemia, Suecia,… estas nuevas minas
permiten quintuplicar la producción entre 1460 y 1530 aproximadamente. De
alguna manera, al final de la Edad Media se consigue un equilibrio entre la
necesitad de metales y su disponibilidad.
La
fluidez del dinero conseguida en este momento favorece sobre todo al grupo de
los mercaderes, que controlan la actividad productiva. Son los que mueven las
materias primas, por tanto, están en la base del proceso de transformación y
están también en el final del proceso, repartiendo o distribuyendo el producto
de la actividad artesanal, beneficiándose del valor añadido. No controlarán
totalmente el momento intermedio, la producción, estando este momento en
disputa con los maestros artesanales.
Se
cuestiona si existe ya en estos momentos un capitalismo, si se ha producido ya
el paso de un sistema típicamente feudal hacia uno plenamente capitalista. En
líneas generales parece aventurado hablar ya de un capitalismo claro, en todo
caso es muy difícil establecer las fronteras que separan a un sistema de otro.
Lo que es importante es que se están desarrollando algunos aspectos que ya
están de acuerdo o coinciden con lo que luego entenderemos por capitalismo
desarrollado. Muchos ámbitos del sector público se están interesando en imponer
sus recursos, se aprecia un incremento de la desigualdad social en todos los
sectores y un aumento de las riquezas en unas partes de la población. En
algunas ciudades, como Venecia, los mercaderes consiguen que las expediciones
comerciales, los navíos que van por algunas rutas, tengan el mismo
reconocimiento que una expedición armada. Incluso, se lleguen a identificar el
comercio con la ciudad. Confundiéndose los intereses.
Debemos
preguntarnos cuales eran las bases del enriquecimiento de las grandes fortunas
que se formarán a finales de la Edad Media. El sector del comercio es el
principal sector, ya que en esta actividad se obtenía grandes beneficios. Es
verdad que el transporte de los productos tenía un riesgo, pero estos riesgos
iban disminuyendo. El alumbre parece que dejaba a los Médicis un 25% de
ganancia. El cobre dejaba a los banqueros Fugges 1/3 de los beneficios. Todavía
dejaba unos beneficios, quizás más seguros o por lo menos más fáciles, el
préstamo del dinero, ya que la tasa de los intereses era bastante grande y sólo
exigía un control y su recuperación. A partir del 20% la Iglesia solía crear
problemas, la Iglesia siempre cuestionó la licitud moral de prestarse dinero
con intereses, planteaba que se prestase dinero sin intereses puesto que se
pecaba en usura.
El
suelo, y sobre todo el suelo rústico, seguía siendo una inversión interesante,
pero el nivel de producción o de enriquecimiento a partir de la compra y la
explotación del suelo es bastante reducido.
El
desempeño de cargos era también otra fuente de riquezas en esos momentos. Eran
vendidos por la monarquía y esta sacaba recursos.
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