jueves, 8 de marzo de 2012

Pautas para realizar comentarios de texto históricos


1)      El primer paso para realizar un comentario de texto histórico es preparar el texto. Para ello habrá que leerlo detenidamente y subrayar las palabras e ideas claves para que, a la hora de la redacción, no pasemos ningún detalle por alto, así como numerar las líneas del texto en ambos márgenes (generalmente con múltiplos de cinco) para poder hacer referencia al texto con más facilidad.
2)      A continuación procederemos a realizar una introducción. En ella deberemos señalar varios aspectos:
-          Señalar la naturaleza del texto, el tipo de fuente y su función. El tipo de fuente con las que trabaja el historiador suelen ser escritas, aunque también pueden ser restos arqueológicos o artísticos. La naturaleza del texto se refiere al tipo de texto (un relato épico, una carta, una recopilación de leyes, un diario de navegación, etc.). Dependiendo de la naturaleza del texto, su función varía. Hay que explicar con que propósito está escrito dicho documento (por qué habla de lo que habla).
-          Localizar en el tiempo y en el espacio. No podemos entender un documento histórico extrapolándolo de sus dimensiones espaciotemporales, por lo que este paso es obligatorio. No consiste en decir la época en la que se escribió, eso lo haremos en el siguiente paso, sino en la que está basado.
-          Identificación del autor. Por lo general, el autor vendrá dado en el texto, por lo que tendremos que explicar todo lo que sepamos de él (fechas en las que vivió y en las que escribió el documento, lugares de residencia, viajes realizados, ideología política, si fue testigo presencial de los acontecimientos que narra, etc.), de esta manera podremos, entre otras cosas, comprobar el grado de veracidad del documento (aspecto que también habrá que señalar). También se hará una breve mención a la obra de la que está extraído el texto (si se conoce) Si el autor es anónimo también hay que decirlo.
La extensión de esta parte del comentario será inversamente proporcional a la fama del autor (si es un autor muy conocido como, por ejemplo, Julio Cesar, la biografía será menos extensa que si es otro menos conocido, como Cristóbal Cellarius o Casiodoro).
3)      Tras la introducción, procederemos a redactar un análisis o resumen del texto. Éste debe ser corto (lo menos extenso posible), pero que abarque todos los temas importantes del texto.
4)      Contexto histórico. Deberemos explicar todos los aspectos importantes de las épocas anteriores a la que está ambientado el texto que nos permitan entender mejor dicho texto. Por ejemplo, en un comentario sobre la Revolución Francesa de 1789, tendremos que describir cómo era la sociedad del Antiguo Régimen, el pensamiento racionalista, la creación de la enciclopedia y su contribución a la difusión de la cultura, las revoluciones en América etc. (centrándonos sobre todo en los aspectos que trate el texto).
5)      Comentario propiamente dicho. El comentario debe realizarse sobre el texto, por lo que tiene que estar plagado de referencias al mismo. Estas referencias se harán entrecomilladas o, más preferiblemente, indicando la línea (que ya habremos numerado en el primer paso). Es importantísimo parafrasear lo menos posible el texto (hay que comentar, no repetir). El análisis puede ser lineal, siguiendo el orden del texto (tiene la ventaja de que no se deja nada sin comentar y la desventaja de que es fácil caer en la paráfrasis) o por temas (de esta manera no se copiará nada del texto, pero se tiene que tener cuidado de no dejar nada sin analizar). También hay que explicar las palabras e ideas principales (subrayadas en el primer paso). Por ejemplo, si en el texto aparece la palabra polis tendremos que explicar todo lo que sepamos sobre las polis griegas (gobierno, localización de las polis mencionadas, tradiciones etc.) o si habla del descubrimiento de América, habrá que explicar todo lo que se sepa sobre la navegación de la época (instrumentos de navegación, como el astrolabio, los diferentes tipos de naves utilizadas, los Vientos del Oeste y los Alisos, las mareas), así como otras cuestiones que tengan que ver con el tema (por qué Portugal rechaza el proyecto de Colon y Castilla no, por qué se intenta buscar una ruta alternativa a las Indias, las conquistas portuguesas, etc.). Todas estas observaciones se pueden realizar como notas a pie de página.

En el comentario de texto histórico NO es aconsejable añadir opiniones personales o juicios de valor. El historiador es un observador del pasado, no un juez. Además, hay que realizar el comentario de texto teniendo en cuenta el pensamiento de la época, intentando extrapolar nuestro pensamiento del pensamiento actual. Por esto, la conclusión final debe limitarse a un pequeño resumen sobre la situación inmediatamente posterior a los hechos narrados y una reflexión sobre cómo contribuyeron dichos hechos para que se diera esta situación.